Hace ahora una década, en julio de 2004, Gijón se convertía en un referente nacional en movilidad sostenible con la puesta en marcha del programa Gijón Bici. El servicio municipal de préstamo de bicicletas públicas que colocó a la ciudad como la segunda, después de Córdoba, en instalar un modelo copiado a día de hoy por otras decenas de localidades de toda España y del resto de Europa. Pero cumple diez años registrando, por primera vez, importantes descensos en el número de usuarios.

Gijón Bici cuenta a día de hoy con las mismas estaciones de recogida y depósito de vehículos que tenía a finales de 2004, cuando se ampliaron a ocho las tres instaladas inicialmente. En total hay más de medio centenar de bicicletas a disposición de los ciudadanos. La previsión es que este número no se amplíe, al menos de momento. "No tenemos previsto realizar más trabajos en ese programa", aseguraba el pasado viernes la alcaldesa, Carmen Moriyón, durante la inauguración del carril bici de El Muro. El Consistorio, contaba la regidora, está centrado actualmente en conectar los carriles bici existentes en la ciudad y en construir aparcamientos para este tipo de vehículos en los que se invertirán 70.000 euros en los próximos meses.

Lo cierto es que el programa municipal que sopla ahora sus primeras diez velas echó a rodar con fuerza. En su primer año completo de funcionamiento, Gijón Bici registró 38.510 usos. La novedad hizo que las bicicletas públicas tuvieran una gran acogida entre los gijoneses, tal y como reflejan las estadísticas de usos de la tarjeta ciudadana, documento sin el que los usuarios no pueden acceder a este servicio. De 2006 en adelante los números no dejaron de crecer. Hasta el año pasado. Fue entonces cuando Gijón Bici vivió su primer retroceso pasando de los 47.639 servicios que había registrado en 2012 a los 42.956 que se prestaron el pasado ejercicio, el último del que hay datos. En total en esta década las bicicletas acumulan a sus espaldas 363.830 usos, casi cien cada día de estos diez años.