La educación inclusiva es un modelo educativo que busca atender las necesidades de aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos, con especial énfasis en aquellos que son vulnerables a la marginalidad y la exclusión social. Su puesta en marcha fue motivo de debate en la última jornada del V Congreso Internacional en torno a la Acondroplasia y otras Displasias. "Una escuela que acoja a la diversidad no es lo extraño, debe ser lo habitual", señalaba en su intervención Ana Belén Rivas, maestra de educación especial en la red de Escuelas Públicas de la Junta de Andalucía.

Blanca Toledo, que actuó como moderadora, señaló la necesidad de que se culmine la puesta en marcha del proyecto: "Estamos en una situación de retroceso. No debemos bajar la guardia o aceptar que debe haber aprendizajes de primera o segunda categoría. Todos tenemos derecho, en igualdad de condiciones, a los recursos que nos pueda proporcionar la sociedad".

Ana Belén Rivas confía en un modelo adaptado a las necesidades de cada alumno. "Todo el profesorado va estar capacitado para atender la diversidad. No es el especialista el que atiende al niño con necesidades especiales. El modelo de escuela inclusiva consiste en atender a cada persona en cada caso concreto".

En la mesa redonda también intervino la psicóloga Paloma González. "La adaptación del niño es fundamental. Vosotros, los padres, lo vais a querer haga lo que haga. La escuela inclusiva se va a basar en un ritmo flexible de adaptarse a cada niño. Las diferentes son de todo tipo, desde cómo aprendo a leer, a cómo me muevo o la destreza que tengo en las manos. Lo que tenemos que buscar es que en base a las diferencias pueda potenciar mi dificultad o pueda enseñar mi debilidad", señaló durante su intervención.

Asimismo incidió a los padres en su participación en un modelo educativo muy participativo. "No es una educación lineal en la que el maestro sabe y dirige para que el niño aprenda. Eso ya no existe. Estamos formando personas que se puedan desenvolver en la sociedad desde la aceptación y libertad. El contacto con las diferencias dará una identidad a vuestros hijos y una riqueza al grupo".

Por su parte, Carmen Ovies, psicopedagoga, alaba la puesta en marcha de esta iniciativa hace dos décadas, pero señala la dificultad que existe para introducir nuevos modelos: "La proclamación de la educación inclusiva en los noventa fue un reconocimiento de los derechos civiles de todas las personas. Las instituciones permanecen muy cerradas. Es difícil introducir los modelos impulsores".

El Congreso de Acondroplasia se cerró ayer tras tres días intensos con más de 500 participantes.