Fue una fiesta y, además, muy concurrida. En un momento en el que muchas galerías clausuran sus puertas y los espacios culturales se desploman como fichas de dominó, abatidas por los coletazos de la crisis económica y medidas como la subida del IVA, la apertura de una sala de arte se convierte en una singular ocasión. Acostumbrados al funeral cultural de los últimos años, los bautizos se agradecen y se celebran. Así ocurrió ayer en la inauguración de la sala Aurora Vigil-Escalera, en la calle de Capua, donde la galerista reunió a un numeroso público que correspondió con sonrisas y aplausos.

"Estoy realizando un sueño", dijo una emocionada Aurora Vigil-Escalera, que aprovechó el acto de presentación de su sala y de los tres artistas que ha elegido para esta apertura (Mariano Matarranz, presente ayer, Pablo Genovés y David Rodríguez Caballero) para homenajear a sus padres, Angelines y Alberto, con los que se ha curtido, durante treinta años, en la galería Van Dyck, una de las referencias asturianas para todos los aficionados al arte. "He aprendido todo de ellos", señaló.

La galerista estuvo arropada por una nutrida representación de artistas y coleccionistas, a quienes agradeció su presencia porque algunos de ellos se desplazaron incluso desde ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla para no perderse la apertura de la sala: "Estoy sorprendida y muy agradecida". Artistas como Herminio, Kiker, Lisardo o la fotógrafa Sofía Santaclara no quisieron perderse la cita. También participaron en la fiesta Rubén Suárez o José Antonio Samaniego, críticos de arte de LA NUEVA ESPAÑA. Y no faltaron políticos como la exalcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; el senador y expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces o José María Pérez, diputado en la Junta General y candidato socialista a la Alcaldía el próximo mayo.

"Es una fiesta por partida doble", hizo resaltar el también crítico y escritor Juan Carlos Gea: "Se abre una galería, no se cierra". Aurora Vigil-Escalera mantendrá activa asimismo la sala Propuestas. Para la nueva galería de la calle de Capua ha elegido un lema con el que declara sus intenciones: "Nuevo espacio, la misma filosofía". Dicho de otra manera: quiere mantener la línea ecléctica que ha cultivado mientras pilotaba Van Dyck, aunque ya ha manifestado que va a centrarse más en los autores de su generación. Para la inauguración, tres artistas que, como señaló Gea, "desbordan" las tres disciplinas clásicas que cultivan: pintura, fotografía y escultura.