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Inteligencia artificial para Alsa

El equipo de Ramiro Varela y Camino Rodríguez diseña una herramienta informática para optimizar las rutas de transporte

Ramiro Varela y Camino Rodríguez Vela, en el campus gijonés. JUAN PLAZA

Los profesores Camino Rodríguez Vela y Ramiro Varela Arias suman más de una década trabajando en la aplicación de técnicas de inteligencia artificial a problemas reales. Su experiencia en "Scheduling", una disciplina que permite atender situaciones de gran complejidad donde hay que organizar muchas tareas como la distribución de grupos de alumnos en la Universidad, la asignación de aulas para exámenes de gran concurrencia o los turnos de producción en centros de trabajo, les ha permitido llevar esta aplicación al sector transporte. Gracias al respaldo obtenido del plan nacional de investigación, que en su caso asciende a 65.001,20 euros a distribuir en tres anualidades, podrán desarrollar un proyecto siguiendo la metodología de "Scheduling" para resolver un problema de la empresa Alsa, de la mano de su empresa informáticos, Inforcil.

Además, el grupo de Camino Rodríguez y Ramiro Varela también participa en otra aplicación sobre transporte y eficiencia energética que incluye la planificación de las recargas de coches eléctricos en colaboración con el Instituto de Tecnología de Castilla y León. "Se trata de un problema interesante", cuenta Varela, pues el objetivo pasa por contratar la menos cantidad de potencia posible permitiendo, al mismo tiempo, que se pueda cargar el mayor número de vehículos. La intención es ahorrar energía, aprovechar al máximo la potencia contratada y satisfacer la demanda de los usuarios", comenta Varela, uno de los investigadores del grupo formado por Jorge Puente, María Sierra, Miguel Ángel González, Alejandro Hernández Araúzo, Juan José Palacios y Raúl García, además de Inés González como colaboradora.

En el proyecto con Alsa, "mucho más ambicioso que el anterior", como remarcan los propios investigadores, deberán dar respuesta a la demanda de la empresa en la optimización de rutas, vehículos y personal. Esto significa que "hay que aplicar criterios de eficiencia para que no haya vacíos en las rutas y se cumpla la normativa de trabajo en cuanto a tiempos y preferencias en los turnos", explica Varela. Su compañera Camino Rodríguez añade que se trata de problemas con muchas restricciones que hay que cumplir. En resumen, "una tarea muy compleja". Su labor pasa por diseñar algoritmos que den respuesta a la cuestión planteada. Lo suyo es un complemento al sistema informático de la empresa, con la ventaja de que el técnico responsable que lo maneja no tendrá que realizar los cálculos a mano en caso de incidencias y lo que antes llevaba días de cálculos de computación, con este sistema queda en unas horas.

Una aplicación de similares características sirvió para mejorar la organización de los grupos de prácticas en la Politécnica o los tribunales de las pruebas de acceso a la Universidad, con un ahorro de 6.000 euros para la institución académica. Pero, pese a los proyectos desarrollados, los investigadores entienden que todavía no existe la confianza de las empresas en el trabajo que se hace en la Universidad. "Generalmente son reacios a invertir dinero en investigación para herramientas mejores. En otros países se asume ese riesgo", remarcan. Su línea de trabajo ofrece grandes oportunidades en la producción industrial y el transporte, en definitiva, para lograr que las máquinas contaminen menos. Eso sí, reclaman más financiación y técnicos de apoyo para continuar.

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