"La evolución nos dejó sin terminar". El escritor Tadeusz Malinowski resume con este argumento sencillo su último libro "Un hombre no acabado. Clave de las desgracias y de los aciertos de nuestra especie", que fue presentado ayer en la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). "El problema que tiene la humanidad desde el neolítico es que nacemos con sistema límbico completamente maduro y funcionando, y este sistema rige la memoria y los sentimientos", explica.

Este ensayo pretende explicar la base orgánica de estos desajustes sentimentales, cuyos episodios pueden llegar a producir preocupaciones y fanatismos suicidas. "Naturalmente tenemos unos aciertos fenomenales, como la ciencia, la cultura, la literatura o las artes. Pero la parte negativa son noticias recientes que he leído como que un hombre degolló a su expareja. Es algo que no logro entender", afirma.

En la presentación de su libro participó José Luis Cortés, profesor de la UNED; Ángel Aznárez, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias; y Adolfo García, antropólogo.

Tadeusz Malinowski resalta en su obra que "la zona prefrontal, que está destinada a controlar los sentimientos, empieza a madurar realmente en la edad de la pubertad, e incluso hasta la edad adulta no funciona correctamente". Por eso explica que la causa de "los fundamentalismo y los crímenes pasionales o de codicia se produce porque nos enamoramos de la familia en primer lugar y después de todo lo que nos viene por medio de la educación, todo ello se produce antes de que todavía podamos ver de forma crítica".

Malinoswki (Lowicz, Polonia, 1918) interrumpió sus estudios de medicina en 1938 cuando el estado polaco fue disuelto temporalmente por la Alemania de Hitler. De ahí empezó un largo periplo, con una formación profunda y principalmente autodidacta, que tiene su culminación en su última obra, "en la que también trato de saber quién soy", concluye.