El 40 por ciento de las especies del Atlántico Norte (que incluye el mar Cantábrico) se encuentran sobreexplotadas. Un dato todavía preocupante, aunque el porcentaje sea la mitad del que había hace una década, y que para Ecologistas en Acción sirve como llamamiento para realizar una mejor gestión. Miquel Ortega, componente de la Fundación ENT, dedicada a la innovación ambiental, analizó el futuro de la pesca y el estado de las poblaciones de peces junto con el consumo responsable de pescado, en un acto en el que también participaron Lydia Chaparro y Paco Ramos, de Ecologistas en Acción, en el Antiguo Instituto.

Ortega resaltó en el apartado de la sobreexplotación la situación de la merluza y la sardina. "La merluza es la especie que tiene más valor económico y debe gestionarse mejor. La sardina, por su parte, ha tenido una evolución negativa y si no se mejora de forma significativa no se va a poder pescar, y va tener que venir la Unión Europa a decir cómo pescar para que el stock no se colapse".

Otro de los apartados que preocupan es la disminución en la flota de pesca. "En Asturias la pesca de cerco ha tenido bastantes protestas y en volúmen de flota ha ido bajando; en 2007 había unas 400 embarcaciones y ahora estamos en poco más de 200", resalta Ortega, que se marca como retos para el futuro "continuar la adaptación de la cantidad de la flota y conseguir el objetivo de mantener el recurso de manera indefinida".

Por su parte, Lydia Chaparro, de Ecologistas en Acción, denunció que "no estamos gestionando bien nuestras pesquerías" y pone como ejemplo el caso del langostino: "La gran mayoría viene de países en vías de desarrollo, con técnicas que dañan mucho al medio marino". De ahí que no dude en afirmar que es necesario inculcar a la sociedad la importancia de "reducir el consumo de pescado y elegir productos frescos y de temporada que estén correctamente etiquetados".

Ecologistas en Acción ha elaborado una guía con las 71 especies que más se consumen en los hogares españoles, en la que se recogen también los fraudes más comunes y una recomendación de consumo con instrucciones para una elección más responsable. "Hay que mirar la etiqueta, tiene que decir la procedencia del pescado, si es fresco o congelado, el arte de pesca de cómo se ha capturado, el precio o la pesquería, si es cercano o lejano el producto", comenta Chaparro.

En su coloquio en el Antiguo Instituto también se resaltó el dato de que en España apenas se consume un 35 por ciento de productos pescados en aguas europeas. Por lo que animan a los consumidores a elegir los ejemplares capturados por las pesquerías más selectivas del litoral más cercano.