Son jóvenes pero tienen la lección bien aprendida. Un total de 75 cooperativas escolares participaron ayer en el mercado anual que se celebra en la plaza Mayor del Ayuntamiento, una cita comercial para ofrecer de todo y para comprobar las dotes de los futuros vendedores.

"Ya lo hemos terminado todo, sólo nos quedan unos caramelos y aceite, a muy buen precio y mejor calidad", proclamaban los alumnos del IES Emilio Alarcos desde su puesto de productos catalanes, porque "hemos hecho un intercambio con un colegio de allí que vendió productos asturianos y ahora nos toca a nosotros vender lo suyo", explicaba con desparpajo Alberto Verdejo, de cuarto curso de la ESO, acompañado por Irene Gutiérrez y Eva Fernández. Los beneficios se repartirán "entre nosotros y una ONG".

Entre lazos para el pelo, jabones, broches, pendientes, fabadas, chorizos y miel la oferta fue de lo más variada. Hubo quien vendió plantas, flores y hortalizas listas para ser trasplantadas. Y otros, como los alumnos del IES de la Laboral, apostaron por la autorpromoción. Porque, como explicaban los alumnos a todo el que se acercara a su puesto, "vendemos productos de Murcia, comestibles completamente ecológicos, y piezas de cerámica para promocionar el Bachillerato de las Artes", apuntaba Hugo Pérez.

Los escolares del colegio de La Asunción se volcaron con un proyecto solidario para ayudar a una comunidad boliviana con su cooperativa de venta de jabones, pulseras, anillos y pendientes. "Todo lo hemos hecho nosotras, quedamos una tarde para hacer todas las manualidades", indicaban María Fanjul, Carmen Rozas, Gema Nistal y Nerea González, encargadas de pregonar el producto. A media mañana, muchos habían cerrado ya el chiringuito, agotadas las existencias. Una jornada de exito para los vendedores del mañana.