Por sorteo, de manera aleatoria y sin preparar materia. Así se examinó ayer un grupo de 42 alumnos de cuarto de la ESO en el colegio de la Inmaculada para las pruebas PISA, que examinan el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave: comprensión lectora, ciencias y matemáticas.

La ronda de pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE lleva en marcha varios días en Asturias, con un total de 55 centros de toda la región y más de 1.500 alumnos examinados. En el caso de La Inmaculada, además, un total de 12 alumnos realizaron ayer también la prueba nacional, consistente en varias preguntas acerca de matemáticas financieras. Una materia que "en realidad no está contemplada en los currículos en España, de manera que los resultados no serán demasiado concluyentes", señalaba el jefe de estudios del centro, Javier Valdés.

Los alumnos se enfrentaron durante más de tres horas a varias pruebas sucesivas, en soporte digital y sobre temáticas diversas, "sobre todo de ciencias", señalaba al término de la prueba Laura Pumares, una de las estudiantes que realizó los exámenes PISA. "Ha sido bastante fácil, no es complicado porque son cuestiones que tratamos en clase, así que no ha sido muy complicado", indicaban por su parte Julia Álvarez, Ignacio Muñoz y Santiago Felgueroso, "satisfechos" con los resultados de una prueba que incluyó preguntas de tipo "test" y otras más largas "para contestar con una frase nuestra".

No se trató tanto de comprobar conocimientos teóricos como de "ver si los alumnos han adquirido determinadas competencias en ámbitos diferentes", resumía el jefe de estudios, ya curtido en este tipo de pruebas de evaluación en el marco europeo. El colegio de La Inmaculada ya ha participado en pruebas PISA "en al menos un par de ocasiones", siempre con "muy buenos resultados, mejor incluso de lo que esperábamos".

La importancia de estos exámenes, que no interfieren en la actividad académica ni en el expediente de los alumnos que los realizan, radica en que "podemos establecer comparaciones, y conocer de primera mano el nivel educativo que estamos desarrollando", considera Javier Valdés. Sobre todo porque en esta ocasión "la muestra ha sido muy amplia, de casi la mitad de la clase, con lo que nos podemos hacer una idea fiel de la marcha del centro".

Aún no se sabe cuándo estarán listos los resultados finales, pero "no estamos nerviosos, y tampoco lo estábamos antes de hacer el examen porque no tuvimos que preparar materia ni estudiar nada", indicaba Ignacio Muñoz. Con las conclusiones de la prueba, eso sí, "seguro que dejamos el pabellón bien alto", bromeaban los alumnos.