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BENJAMÍN CHEVILLARD | Fundador y directivo de la empresa de reparto de domicilio Aloha24

"En Gijón son mucho más pacientes que en otras ciudades con el reparto a domicilio"

"Llevar en 30 minutos muchos paquetes de comida que enfría era una utopía, pero en algunos casos ya se consigue"

Benjamín Chevillard, ayer, en la sede del Centro de Empresas. MARCOS LEÓN

Benjamin Chevillard es fundador y miembro del equipo directivo de Aloha24, una empresa especializada en el reparto a domicilio del sector de la restauración, combinando productos de distintos restaurantes que se gestionan en un solo pedido. Ayer impartió una conferencia en la sede del Centro de Empresas, en Cristasa, sobre "Logística urbana".

-¿Por qué montar una empresa de reparto de comida a domicilio?

-La idea surgió intentando solucionar un problema de logística derivado de la falta de variedad que había en la comida a domicilio. Pocas empresas a nivel europeo tuvieron oportunidad de dar respuesta a ello más allá de la comida rápida. Lo que hicimos fue poner una comunidad al servicio de los restaurantes. El problema vino al tercer mes.

-¿Qué ocurrió?

-Que no se podía organizar. Muchas de estas empresas suelen desaparecer a los seis meses. Nosotros, como la base de nuestra empresa es tecnológica, vimos que la problemática era de organización y teníamos posibilidad de intervenir. Desde hace tres años, y todavía nos queda para rato, estamos tratando de adaptar un sistema de logística para la última milla en exprés intentando llevar muchos paquetes de comida que enfría en 30 minutos. Todavía es una utopía pero en algunos casos se consigue.

-¿Lo han logrado ya?

-Lo que hicimos fue viajar por muchas ciudades -París, Londres, Berlín-, ver un poco lo que había y nos quedamos en Gijón: por estrategia y por costes y fuimos mejorando el algoritmo. Pasamos de ser únicamente una empresa que transporta mercancía a crear un portal donde captar el usuario final.

-¿Cómo funcionan?

-Desde Londres creamos software para empresas de logística, en lo que somos especialistas, y nos adaptamos a sus necesidades. En nuestra plantilla hay gente de diferentes sectores que nos permite ver la problemática desde otro punto de vista y también a bajo coste comparado con lo que hay en Europa. Ofrecemos herramientas en función de las necesidades de cada empresa. Lo importante no es el logo sino la solución que ofrezcas.

-¿Cómo ha cambiado los hábitos de consumo la extensión del comercio electrónico?

-Todos los días cambian y en cada ciudad son distintos. Lo que hacemos en Madrid no tiene nada que ver con Gijón o Barcelona donde estamos abriendo ahora. Ni Gijón y Oviedo son iguales.

-¿Qué singularidades tiene Gijón en logística?

-Son mucho más pacientes que en otros sitios y hemos tenido oportunidad de crear una marca y que el cliente pueda aportar una crítica constructiva. Si vive aquí y un pedido no le ha llegado bien, podemos analizar eso. Hemos tenido que regalar mucha comida para mejorar. En Madrid el problema son las distancias porque los restaurantes están en núcleos determinados pero la clientela está fuera de ellos. En Barcelona, no. Allí hay un restaurante en el centro y el cliente está en un radio de uno o dos kilómetros. Uber eligió para el servicio de comida a domicilio sus coches porque son trayectos de 2 o 3 kilómetros máximo. En Gijón no se puede porque puede haber varios kilómetros de distancia y hay que rentabilizar el trayecto., aunque a la gente le resulta difícil entender que ese servicio tiene un coste. Aquí se tiene la filosofía de que la logística ya va incorporada pero no es así. En Londres sí se entiende porque estás acostumbrado al servicio, pero aquí no se valora igual.

-¿Qué otros formatos se demandan en las entregas a domicilio?

-Muchos, básicamente de empresas que se lanzaron al comercio electrónico y que tienen la necesidad de realizar la entrega en 24 horas. Ahí tienes actores como MRW, DHL y otros que hacen la última milla en bicicleta pero articular todo eso en las grandes ciudades es la problemática de las empresas de comercio electrónico pequeñas, que no de Amazon. Para solventar ese problema hay servicios como el punto "relay", que no existe aquí. Es una de las cosas que tenemos ideadas pero que necesita fondos y que te da la posibilidad de crear puntos de recogida en zonas de gran tránsito a a través de grandes cajones metálicos donde tú puedes recoger tu pedido con un código y que están disponibles las 24 horas. Obviamente tiene una problemática de seguridad y gastos de inversión pero es uno de los negocios que ya se está promoviendo en toda Europa, sobre todo en Alemania.

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