El número de personas nuevas atendidas en los diferentes programas de Proyecto Hombre se mantiene por encima de las 800, con un perfil al alza de mujeres con problemas de alcoholismo. Así lo reveló ayer Luis Manuel Flórez, "Floro", presidente de Proyecto Hombre en Asturias, durante la presentación de la memoria de actividades de 2014.

Un año en el que llegaron a las puertas de la entidad un total de 857 personas nuevas, en el que se dieron 172 altas terapéuticas y en el que 402 personas ingresaron en alguno de los programas que se desarrollan en Proyecto Hombre. Unas cifras "altas, pero que podrían haberlo sido más aún porque hemos dejado de recibir a un centenar de personas que antes nos derivaba el centro penitenciario de Villabona", apuntó "Floro".

En lo que respecta a los consumos, la cocaína sigue siendo la sustancia más demandada por los varones, seguida por el alcohol y el hachís. Entre las mujeres, cada vez más presentes en Proyecto Hombre, lo que ha llevado a la puesta en marcha de líneas de trabajo específico de género, el problema más habitual es el del alcoholismo, seguido de la cocaína y la heroína. La media de edad de los consumidores, además, varía mucho en función de la sustancia. El hachís y la cocaína presentan una media más baja (22 y 34 años, respectivamente) frente a los 44 años de media de las personas que acuden a Proyecto Hombre con problemas de alcoholismo.

El perfil que impera entre todos ellos es el de personas sin estudios con un nivel formativo bajo, solteros y en desempleo y sin subsidios, que acuden a informarse sobre los programas y alternativas que les puede ofrecer Proyecto Hombre por iniciativa propia, en su gran mayoría. Con las cifras encima de la mesa, y a pesar de la "valoración enormemente positiva" que hacen los responsables de Proyecto Hombre de su nuevo centro en El Natahoyo, lo cierto es que la alta demanda hace que "no podamos atender todas las necesitades que tenemos como desearíamos", indica "Floro".

Los recortes económicos de los últimos tiempos han hecho que la carga de trabajo de los terapeutas sea mayor, y por lo tanto, con una demanda continua de atención, "no tenemos la capacidad que sería deseable para atender a todo el mundo de manera inmediata, tenemos que dar un plazo de espera a las personas que acuden a nosotros".

Los retos de futuro que se marca la entidad pasan precisamente por la consolidación económica del proyecto, por seguir ampliando recursos y prestando otros como el espacio residencial de El Natahoyo, por el que pasan cada año unas 140 personas. Y por consolidar también programas como el de reducción del daño, en marcha desde el año 2004 en toda Asturias.

En todo este tiempo se ha atendido, como explicó Beatriz Riesgo, directora del programa, a un total de 1.040 personas, unas 80 en la actualidad. Son personas que llegan con graves situaciones de deterioro, tras muchos años de consumo y en un estado de "gran vulnerabilidad". Proyecto Hombre trabaja para darles un entorno seguro y la máxima dignidad.