La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

IVÁN MUÑIZ LÓPEZ | Director cultural del Museo de la Mina de Arnao

"La sociedad que se fue forjando en Arnao fue un laboratorio humano"

"Fue casi un milagro conseguir, sin causar un trauma en las poblaciones, una simbiosis entre el mundo viejo y el nuevo"

Iván Muñiz, ayer, en el Ateneo Obrero. JUAN PLAZA

La sede del Ateneo Obrero de Gijón fue ayer el escenario en el que se presentó el proyecto de divulgación cultural "La barraca minera", impulsado por los responsables del Museo de la Mina de Arnao (Castrillón) como homenaje a las misiones pedagógicas regeneracionistas de principios del siglo XX en España. En otras palabras, "acercar la academia a la sociedad en estos tiempos de regeneración", explicó Iván Muñiz López, que es el director cultural del Museo de la Mina de Arnao.

Licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo, Iván Muñiz (Piedras Blancas, 1974) fue premio extraordinario fin de carrera y doctor cum laude en Historia. Es profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia e investigador del Grupo Arqueos de la Universidad de Oviedo. En su charla de ayer en el Ateneo Obrero habló, especialmente, sobre el componente humano del complejo fabril de la Mina de Arnao, uno de los primeros enclaves de la industrialización de Asturias en el siglo XIX.

-¿La importancia de Arnao es que es, junto con la Fábrica de Armas de Trubia, el origen de la industrialización de Asturias?

-Incluso más lejos, y es que ya con unas infraestructuras potentes tanto Trubia como Arnao son referentes, aunque con la fábrica de zinc Arnao ya transciende la escala asturiana. Pero es que Arnao también es donde se explota carbón mineral por primera vez en la península ibérica en 1591, y aunque es un aventura que dura muy poco tiempo, tiene una importancia relevante como hecho histórico e invita a pensar lo que hubiera podido ser si la Corona hubiera tenido más visión de futuro para apoyar económicamente la explotación de esa mina de carbón.

-¿Y desde el punto de vista social?

-Arnao era un microcosmos a nivel social, un resumen de la sociedad española en el tránsito entre el mundo agrario e industrial, que supuso una transformación radical en la Asturias de su tiempo.

-¿En qué sentido?

-Hay una historiografía muy brillante e importante que se ha centrado en los aspectos tecnológicos y de la evolución empresarial, que era básico y el punto de partida para entender lo que pasó, pero el otro punto de vista es la parte humana, no sólo desde el punto de vista del trabajo, también desde el punto de vista del paisaje humano. Por eso lo que hacemos es tratar de diversificar los enfoques y lo que es fundamental es rescatar la memoria oral, el rescate del legado humano, que es clave.

-¿Podemos hablar de una isla humana en Castrillón?

-El tipo de sociedad que se fue forjando en Arnao en el siglo XIX fue como un laboratorio humano, lo que creó la empresa belga (Compagnie Royale Asturienne des Mines) fue una especie de sociedad que, en un momento determinado, si tenemos en cuenta el marco rural que lo rodeaba, fue, en efecto, una isla humana, con Salinas como la otra cara de la moneda más vinculada a los directivos de la empresa. Eran espacios en los que se estaba poniendo en funcionamiento una sociedad contemporánea, que es básico.

-¿Igual que el marqués de Comillas en Bustiello?

-Claro, este tipo de políticas se parecen muchísimo, son comunes y parten de experiencias, en muchas ocasiones, extranjeras. Pero en el caso de Arnao tuvo un componente más singular: hubo una capacidad de hacer convivir el respeto a la tradición que encontraron los belgas a su llegada, y fueron extremadamente sutiles, e incorporar aspectos que transformaron Arnao en casi una pequeña colonia belga. Fue casi un milago histórico conseguir, sin causar un trauma enorme en las poblaciones que se encontraron los belgas, una simbiosis entre ese mundo viejo y ese mundo nuevo, y pocas veces tuvo el éxito que tuvo en Arnao, y es hoy en día que las gentes de Arnao, en su mayor parte, tienen una imagen como de Arcadia perdida, como de una época dorada que desapareció y añoran.

-¿El catolicismo belga tuvo algo que ver?

-Arnao tiene una peculiaridad: al contrario que en otros experimentos paternalistas, esa parte religiosa no tuvo tanta incidencia allí.

Compartir el artículo

stats