La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Oviedo ha confirmado la condena al astillero vigués Factorías Vulcano por el concurso de acreedores de su filial Factorías Juliana de Gijón, en 2009, y deberá pagar los 25 millones de euros impuestos en primera instancia.

La Audiencia ha resuelto el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia dictada en noviembre de 2013 por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo, que declaró al astillero vigués culpable del concurso de acreedores de su filial gijonesa.

La sentencia de primera instancia, que condenaba a Factorías Vulcano al pago de 25 millones de euros, ha sido confirmada en todos sus extremos, a excepción del punto relativo a la imposición de los intereses de demora, que queda sin efecto.

El fallo del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo también condenaba al que fuera presidente de Factorías Vulcano, Fernando Santodomingo, y a los directivos José Manuel Domínguez y José Luis Méndez a tres años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y al pago de 500.000 euros, a cada uno de ellos.

Asimismo, se condenaba a Factorías Vulcano a cinco años de inhabilitación para administrar bienes ajenos y a la pérdida de los derechos que pudiera tener como acreedor concursal.

La sentencia señalaba que "la no liquidación en forma de los contratos" para la construcción de dos buques sísmicos subcontratados con la filial gijonesa, que fueron trasladados a Vigo a medio construir, y "el posterior impago de los 58 millones de euros adeudados a Factorías Juliana han tenido un efecto decisivo en su insolvencia".

La administración concursal de Factorías Juliana solicitó que se condenara a la matriz viguesa y sus administradores a pagar a la masa activa del concurso el importe de todos los créditos que resultaran insatisfechos como consecuencia de la liquidación, hasta el límite de 59,28 millones de euros.

No obstante, el juez precisaba que "no todo el pasivo concursal tiene como causa inmediata las conductas reprobadas" y señalaba que "la condena no tiene por qué coincidir necesariamente con el daño inferido" al existir "varios hechos que aconsejan rebajar" la cuantía.

A este respecto, apuntaba que "no sería justo imputar toda la responsabilidad del fracaso empresarial a sus gestores, obviando la falta de colaboración en un momento dado de los trabajadores, cuando más necesario era su compromiso, o las propias dificultades financieras del sector naval español".

Además, valoraba que Factorías Vulcano había asumido pagos en el seno del concurso, "contribuyendo a la satisfacción de créditos contra la masa", así como la "total colaboración con la administración concursal y el juzgado, contribuyendo a una rápida tramitación".

También apuntaba que el 20 por ciento de la deuda que Factorías Juliana tiene reconocida en el concurso de Vulcano, a un "muy largo plazo" de dieciséis años, es "susceptible de recuperación vía convenio".