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VÍCTOR PAVÓN | Profesor en la Universidad de Córdoba, experto en bilingüismo

"En Infantil hay que hablar inglés todo lo que se pueda, pero sin obsesionarse"

"Grecia y Portugal tienen mayor fluidez que España con los idiomas porque los niños están expuestos desde pequeños"

Víctor Pavón, esta semana, en el colegio de la Inmaculada. ÁNGEL GONZÁLEZ

Víctor Pavón es profesor titular en la Universidad de Córdoba, donde enseña en las áreas de metodología de la enseñanza de lenguas, pronunciación del inglés y educación bilingüe. Además, es miembro del Comité Asesor de Política Lingüística de la Junta de Andalucía y ha participado en la elaboración del Currículo Integrado de las Lenguas y del Proyecto Lingüístico de Centro en dicha comunidad. Coordina la especialidad de inglés en el máster para la Formación del Profesorado de Secundaria y el programa para la implantación de las titulaciones bilingües. Asimismo, colabora de manera activa con Oxford University Press en el área de plurilingüismo. Y estos días habló en Gijón, en el I Congreso de innovación educativa, sobre la colaboración del profesorado como instrumento pedagógico en la enseñanza bilingüe.

-¿Por qué nuestros alumnos no hablan bien inglés?

-El problema de España es que hay 17 comunidades autónomas y 17 programas de bilingüismo totalmente diferentes. El tiempo también determina mucho la calidad de lo que se ha desarrollado. Hay comunidades como Andalucía o Madrid que empezaron hace diez años y tienen mucho camino recorrido. En Andalucía, por ejemplo, hay ya 1.200 centros bilingües entre Primaria y Secundaria. Por decirlo de alguna manera, comunidades que llevan más tiempo tienen menos huecos que tapar. Y después también hay diferencias entre los programas bilingües de las comunidades bilingües de por sí (País Vasco, Cataluña, Valencia) frente a comunidades monolingües como Cantabria, Asturias, Andalucía, Extremadura...

-¿Cómo llegan los chicos a niveles superiores con los planes actuales de bilingüismo?

-Ahí una variable importante es el tipo de modelo bilingüe de los centros. El modelo canadiense ha demostrado durante 50 años el éxito del sistema de inmersión, que es exponer al alumno lo más posible no sólo en un entorno instrumental de la lengua sino a través del procesamiento que requiere para aprender, entender, manipular y comprender contenidos académicos trasmitidos en una lengua inglesa. El modelo que tienen la mayoría de las comunidades en España es el de inmersión parcial donde hay varias asignaturas que se seleccionan pero la variedad es amplísima. Hay centros o comunidades que han contado con una orientación correcta, un coordinador bilingüe correcto y todos los profesores se han seleccionado con una cualificación muy alta, y los alumnos tienen un apoyo lingüístico y una serie de medidas que van contribuyendo a que los resultados sean muy buenos, espectaculares. También hay que decir que por poco que se haga, cualquier cosa que se haga relacionada con transmitir conocimientos a través de una segunda lengua ya está enriqueciendo, no sólo porque potencia y desarrolla la lengua de instrucción sino también porque es una de las cosas que a veces se obvia: que la consolidación requiere de una metodología diferente y eso hace que se consoliden los conocimientos aun cuando aparentemente también hay una reducción del número de contenidos.

-¿Cómo debe ser la exposición a una lengua extranjera en los primeros años de vida?

-El principio básico que todos conocemos es "the early, the better" (cuanto antes, mejor). Lo que pasa que en Infantil existe el debate sobre si en esa etapa hay bilingüismo o no y si se puede considerar contenidos académicos. Pienso que hay que empezar cuanto antes pero tampoco hay que obsesionarse. Lo que se hace en Infantil es hablar en inglés lo que se puede: rutinas, aprendizaje estético, desarrollo del comportamiento... Lo que sí es muy importante, no sólo para el bilingüismo sino para el inglés en general es que desde el principio se trabaje la lectura en inglés. Es el gran caballo de batalla. En una lengua con una disociación tan grande entre la grafía y el sonido la lectura es fundamental. Lo que pasa que cuesta mucho trabajo, los profesores tienen que estar muy cualificados lingüística y metodologicamente. Lo importante es que haya unos objetivos lingüísticos. Y valorar el rendimiento de los contenidos que se imparten en inglés.

-¿Hay un menoscabo respecto a los niños que estudian en castellano?

-Todos vienen a decir que hay mejora y que varía sustancialmente dependiendo del programa que se haya puesto, de los profesores que lo hagan, de las horas, del apoyo que reciba el alumno. Pero los resultados son generalmente muy positivos, con lo cual no queda nada más que animar a la gente, a los que lo hacen que lo sigan haciendo y los que no lo hacen que se adentren en ello.

-¿Son necesarios más docentes para cubrir las necesidades de los programas bilingües?

-Sí. Una de las primeras decisiones del centro es pensar a medio y largo plazo. No vas a vivir la sinrazón de contar con un programa bilingüe en Primaria y no tenerlo en Secundaria, con todo el esfuerzo que eso conlleva. Y, sin embargo, está pasando en algunos centros porque no planificaron antes. Eso tiene que ver con la política de contrataciones. Hay una plantilla de profesores con más experiencia y más años que están viendo que están entrando profesores con formación y que ellos se van quedando arrinconados. Y eso es un problema grave de los centros porque los profesores tienen que tener docencia pero la decisión principal es pensar en un plan. Las editoriales, por ejemplo, pueden asesorar para establecer una organización a medio y a largo plazo.

-¿Por qué el inglés sigue siendo la asignatura pendiente de muchos españoles?

-Hay unas razones identificadas claras que están en la conciencia de todo el mundo. En España la culpa la tenía la Universidad, los programas de formación del profesorado, principalmente, porque el actor principal es el profesor que entra en el aula. Deberíamos tener una titulación específica de profesorado de Secundaria en idiomas y otra de Primaria, pero fuerte, y el Ministerio la quitó. Ahí se fue para atrás. Por eso, la formación del profesorado es vital. Después está el currículo. Muchas comunidades, entre ellas, la andaluza que es la que conozco mejor, se decide anticipar el inglés pero eso requiere que en los niveles más bajos la cualificación instrumental del profesorado tiene que ser más alta porque los niños aprenden por contacto y por exposición, no por instrucción como en Primaria y Secundaria. Por eso los profesores de Infantil son los que mejor inglés deben tener y es no lo estamos haciendo.

-¿Qué papel juegan los medios de comunicación?

-También son muy importantes. Hay un jabón en España, Dove, que todo el mundo pronuncia bien pese a tratarse de una de las vocales más difíciles del inglés pero se dice bien porque salió en la tele. Por eso es fundamental la labor de los medios sociales y que no miremos como un pedante a quienes lo dicen bien, porque es lo que pasa. Cuando alguien dice algo bien inglés o en alemán, en la tele, nosotros mismos nos cortamos. Hay una losa social tremenda alimentada por los medios de comunicación, no digo en los periódicos, pero en la televisión, sobre todo, que hay que mejorar.

-¿Alguna otra propuesta de mejora?

-Cuando nos comparamos con países que están por detrás de nosotros en otros aspectos, también en educación, como Grecia y Portugal, hay que preguntarse por qué tienen ellos esa fluidez y esa capacidad. Porque desde pequeños el oído del niño ya está acostumbrado a ver los dibujos en inglés. Hay una sensibilidad diferente con respecto a otros idiomas pero lo terrible es que en España hemos conseguido quitar todas las medidas coercitivas, todo lo malo y lo negativo que heredamos de la dictadura salvo un elemento de la censura que es el doblaje y que se ejerció para evitar que vinieran ideas de las películas americanas. Pues no hemos sido capaces a quitar las películas subtituladas.

-¿Anima a los padres a enviar a sus hijos a actividades de inmersión lingüística durante el verano?

-Por supuesto. El contacto con la lengua debe ser lo máximo posible. Ahora es fácil para una familia porque hay muchas posibilidades pero hay que contar con un buen programa de asesoramiento. Para un niño de 3 años, por ejemplo, es suficiente con una hora de dibujos en inglés. Se pueden hacer muchas cosas pero, insisto, tampoco hay que obsesionarse.

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