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La acusación particular pide 45 años para los tres atracadores de una cafetería

Uno de los procesados era trabajador del local, del que la banda se llevó 40.000 euros

Cafetería en la que tuvieron lugar los hechos.

Tres presuntos delincuentes -dos de ellos de nacionalidad extranjera-, se enfrentarán la próxima semana a una condena total de 45 años y medio de cárcel en el juicio por el atraco a la cafetería Ébano que tuvo lugar en enero del año 2012. La acusación particular pide que se castigue a los ahora procesados -uno de ellos ex trabajador del establecimiento-, con penas individuales que van desde los 13 hasta los 16 años de privación de libertad. La Fiscalía, por su parte, asegura que la investigación policial no arrojó pruebas suficientes de la participación de los imputados en los hechos, por lo que no eleva escrito de acusación contra los detenidos. El ministerio público argumenta, de hecho, que en este caso sólo existen "indicios circunstanciales".

El asalto llega a juicio cuando han transcurrido tres años y medio desde que tuvo lugar el robo y después de que la justicia archivara el caso en varias ocasiones. El suceso se produjo, tal y como relatan desde la acusación particular en su escrito de conclusiones, alrededor de la una y media de la madrugada del 25 de enero de 2012. Aprovechando que en ese momento ya no había clientes en el establecimiento y que dentro de la cafetería sólo se encontraban uno de los propietarios del negocio y un camarero, dos de los ahora procesados accedieron al interior del local en compañía de un tercer delincuente que aún se encuentra en busca y captura. Los ladrones entraron ocultando sus rostros con dos pasamontañas y un casco de motorista y portando armas de fuego con las que amenazaron al dueño del negocio y a su empleado, a los que obligaron a tirarse boca abajo para inmovilizarlos.

Después de coger el dinero de la caja registradora y los 300 euros que el dueño del negocio llevaba en la cartera los ladrones fueron directamente a por los 40.000 euros que el empresario guardaba en la caja fuerte para pagar a los proveedores que tenían que pasarse por el local esos días. Tras rociar a sus víctimas con un líquido que desprendía un fuerte olor a amoniaco los delincuentes abandonaron el local y huyeron en un coche que estaba aparcado en las inmediaciones de la cafetería y en el que les esperaba el cuarto participante en el asalto: el camarero de la cafetería que había alertado a sus compinches de que esos días había mucho dinero en efectivo en el local.

La Guardia Civil de Tráfico paró el vehículo de los imputados en la rotonda de Llovio. Los agentes de la Benemérita aún no eran conocedores del suceso, por lo que dejaron ir a los delincuentes.

El juicio por estos hechos se celebrará la próxima semana en la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias. El tribunal será el encargado de decidir si acepta la argumentación de la acusación -que imputa a los acusados los delitos de robo con intimidación y detención ilegal-, o acepta la argumentación de la Fiscalía y absuelve a los procesados.

El suceso causó en su día una gran conmoción en la zona. No en vano la cafetería situada en la calle Matemático Pedrayes es una de las más frecuentadas de Laviada. La Policía sospechó desde un primer momento que en el suceso estaba implicado un trabajador del local.

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