Los dos georgianos detenidos en la madrugada del pasado domingo acusados de pertenecer a una banda criminal dedicada al robo en viviendas habían asaltado más de 30 pisos en Gijón desde el pasado mes de abril. La Policía estudia ahora si pertenecen a una organización más amplia con ramificaciones en todo el país. A principios de este mes de julio los investigadores de Madrid detuvieron a otros 30 compatriotas suyos que se dedicaban también al robo en viviendas y no se descarta que ambos grupos criminales estén relacionados.

Los arrestados en Gijón -que ayer pasaron a disposición judicial-, utilizaban siempre el mismo "modus operandi". Primero colocaban en las puertas de los inmuebles que fijaban como objetivo pequeñas pinzas de plástico. Si horas después volvían al mismo edificio y el "chivato" seguía en su sitio, los delincuentes confirmaban que tenían vía libre y que los dueños del piso en cuestión se encontraban fuera de casa por lo que los ladrones podían actuar sin el temor a ser sorprendidos. Tras estas comprobaciones entraban en las viviendas con el método del "bumping", consistente en la utilización de llaves especializadas que permiten forzar la cerradura sin provocar daños. No dejaban huellas por lo que a veces las víctimas no se percataban de lo que había sucedido hasta días después del robo.

La alarma saltó en Comisaría hace meses, cuando los agentes se percataron de la presencia en Gijón de los filamentos de plástico utilizados como "chivato". Fue entonces cuando comenzaron los trabajos encaminados a la desarticulación de la banda criminal. Las investigaciones dieron su fruto el domingo. Alrededor de las tres de la madrugada los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de El Natahoyo establecieron un dispositivo en las inmediaciones del edificio de la calle Margarita Xirgu en el que tenían previsto actuar los delincuentes. Horas antes una vecina había alertado de la presencia en la zona de dos individuos que hacían "ruidos extraños". Gracias a este operativo los funcionarios pudieron detener a dos de los tres ladrones. Se trata de G. K., de 34 años y B. G., de 29, ambos de nacionalidad georgiana y residentes en Madrid. Al percatarse de la presencia policial los delincuentes trataron de huir de la Policía. Durante la persecución tres agentes resultaron heridos leves. La Policía aún busca a un tercer miembro de esta banda que consiguió huir el domingo.

No era la primera vez que esta banda actuaba en La Calzada. Los investigadores aseguran, de hecho, que los ladrones elegían los barrios en los que robar más por la situación -siempre cercana a vías rápidas de escape-, que por el nivel de renta de sus vecinos. En algunos inmuebles los georgianos no llegaron a llevarse nada. En la larga lista de lugares en los que robaron los extranjeros figuran calles como Pajares, Lastres, Dolores Ibárruri, Carlos Marx o la propia Margarita Xirgu. Los delincuentes se movían preferentemente por Laviada y El Natahoyo pero tampoco descartaban otros barrios.

Dispositivo

La Policía asegura que desde la Comisaría se van a mantener durante el verano "los dispositivos preventivos establecidos para detectar la presencia de nuevos grupos criminales que aprovechan las ausencias prolongadas de los inquilinos para forzar las viviendas". Con el objetivo de evitar ser víctimas de un robo y de facilitar la investigación en caso de que se produzca un asalto una portavoz policial aconsejaba ayer "cerrar siempre las puertas con llave aunque las ausencias sean momentáneas, no dejar cosas de valor a la vista, no guardarlas en el dormitorio principal y en el salón y reseñar los números de serie de aparatos electrónicos y tener fotografías de las joyas o los objetos de valor que se guarden en casa". Además la Policía pide que no se abra la puerta del portal a desconocidos "y mantener cerrado siempre hasta que no se pueda identificar plenamente a la persona que llama".