Casi 68 horas después de que el miércoles fuera detenido por su presunta relación con el asesinato de la hostelera Sonia Meléndez Mitre, Abdou Ndiaye, el exnovio y empleado de la víctima, abandonó ayer al filo de las tres de la tarde los calabozos del Palacio de Justicia de Gijón. El camarero, conocido popularmente como "Makelele", fue recibido a su salida por varios amigos que desde hacía horas le esperaban en las inmediaciones de los juzgados y que celebraron con vítores la orden del juez de guardia de decretar su puesta en libertad con cargos tras más de 50 minutos de interrogatorio.

"Makelele" respondió entre las doce y la una del mediodía a las preguntas que le realizaron tanto su abogado defensor como el representante de la Fiscalía y el juez de guardia. Tras escuchar el interrogatorio el ministerio fiscal pidió la puesta en libertad del reo alegando la inexistencia de pruebas contundentes que avalaran su ingreso en prisión provisional. El magistrado Jesús Pino decretó poco después la salida en libertad con cargos de Ndiaye. El juez dictó además una orden de retirada de pasaporte que impide al reo abandonar el país y otra que obliga a "Makelele" a personarse cada semana en los juzgados. Ndiaye abandonó el Juzgado sonriente pero sin hacer declaraciones. "Ha defendido su inocencia con tranquilidad, contestando a todas las preguntas y aclarando las dudas que pudieran haberse generado sobre él durante la investigación ", aclaró el abogado del camarero. El letrado afirmó que su cliente "intentará volver poco a poco a la normalidad" y destacó que "Makelele" "ha colaborado en todo momento con la Policía". El pasado viernes el reo aceptó voluntariamente, indicó, someterse a la recogida de muestras de ADN que se le realizaron en la Comisaría de El Natahoyo.

La Policía Nacional detuvo al camarero el miércoles a las siete y media de la tarde. El arresto llegó después de más de 10 días de investigaciones. Las pruebas de ADN y el rastro dejado por el móvil del acusado en el lugar del crimen a la hora del asesinato permitieron que esta semana los investigadores señalaran a "Makelele" como el sospechoso número uno. Pero estos indicios no fueron los únicos presentados por la Policía. Los agentes recogieron varios testimonios de amigos y conocidos de la víctima en los que se hablaba de supuestos episodios de malos tratos a los que el imputado habría sometido a su expareja. Una situación de violencia de género que, según estos mismos gijoneses, se habría recrudecido con el despido del camarero días antes del asesinato.