La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Principado de Asturias confirmó ayer la apertura de expedientes sancionadores a los operadores portuarios EBHISA y Lissan Coal Company por la nube de polvo que, procedente del ámbito de El Musel, se extendió por gran parte del cielo gijonés el pasado 24 de julio. Otra polvareda, aunque de menor envergadura, se dejó sentir dos días después agudizando el malestar de toda la ciudad.

Al anuncio de estas sanciones se suma la exigencia del Principado a la Autoridad Portuaria de Gijón de la entrega inmediata "de un estudio de viabilidad de los apantallamientos, tanto en las explanadas de Aboño como de El Musel". También recuerda el Principado a la entidad que preside Rosa Aza la obligación de "velar por la aplicación de las normas ambientales en los espacios portuarios con el único objetivo de contribuir a evitar lamentables episodios como el de la nube de polvo".

A través de una nota la consejera Belén Fernández comprometió que "desde el Principado no vamos a permanecer resignados o tolerantes ante episodios como el de la nube de polvo. Estaremos vigilantes y exigentes para que se cumplan todas las medidas ambientales de los espacios portuarios". Al tiempo, Fernández ha reivindicado el compromiso de su consejería con la aplicación del Plan de Calidad del Aire de Gijón, que se presentó hace un año en el marco de la Feria Internacional de Muestras. La consejería de Medio Ambiente entiende que la apertura de estos dos procedimientos de infracción ambiental es posible gracias al nuevo sistema de control implantado desde enero para dar autorizaciones a empresas que desarrollan actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera.

En cuanto a las medidas correctoras para evitar las nubes de carbón, Fernández abogó por el asfaltado de las explanadas y por actuaciones de sellado de las parvas de graneles con tensoactivos y de sistemas de riego y nebulización en todas las operaciones de carga, descarga y cribado de los minerales. "Todas estas medidas estaban incorporadas en las autorizaciones regionales, pero no han sido debidamente aplicadas", matizó la consejera antes de concretar que "si no se aplican por las empresas o no tienen la eficacia esperada, exigiremos la adopción de otras medidas".

Bronca con Moriyón

Las explicaciones de Belén Fernández llegaban unas horas después de que la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, cargará en el Pleno contra el Principado y la Autoridad Portuaria por su pasividad ante, por un lado, el control de la contaminación atmosférica en la ciudad y, por otro, sucesos como la nube de carbón que afectó a la potencialidad turística de la ciudad. Moriyón fue muy dura con el Principado al que acusó de deslealtad con Gijón y dar muestras sobradas de desentendimiento del Plan del Aire de la ciudad.

La Alcaldesa ya no había dejado pasar el tema en su discurso en el acto de inauguración de la Feria Internacional de Muestras. Allí se acordó de la nube de carbón, y de otros problemas procedentes de El Musel, delante de todas las autoridades y del empresariado asturiano. "El Musel no tiene accesos, ha perdido la autopista del mar y lanza nubes de carbón sobre Gijón. En ninguna sociedad civilizada ocurre algo así", concretó con dureza repartiendo culpas entre otras administraciones.

En la parte que le toca, la consejera Belén Fernández rechazó ayer los reproches de la regidora forista. "No puede ser que la única política ambiental del gobierno local de Foro sea la del avestruz, y encima tengan la osadía de acusar a la administración que está actuando, que es el Principado", indicó la consejera, para quien "el Ayuntamiento, si quisiera, habría podido reaccionar frente a lo sucedido porque para actuar no es necesario esperar por las ordenanzas nuevas que prometen, ya que está vigente la ordenanza municipal de medio ambiente atmosférico". Moriyón ha comprometido actualizar la ordenanza municipal y crear una policía medioambiental.

La consejera de Medio Ambiente asegura que su idea no es "convertir el delicado asunto de la calidad del aire en un zarzal de confrontación política pero sí dejar clara la responsabilidad de cada uno".