Nada puede con Albert Llovera. Ni siquiera fue más fuerte que él el accidente que sufrió en 1985, cuando participaba en la Copa de Europa de esquí en Sarajevo, ciudad en la que había competido en los Juegos Olímpicos de Invierno un año antes. El suceso, en el que se rompió las vértebras dorsales, supuso que una silla de ruedas le acompañaría para siempre.

Sin embargo, este andorrano nacido en 1966 decidió que la discapacidad no le iba a dejar encerrado en casa. "Indudablemente te cambia la vida, pero en ese momento debes plantearte cómo quieres pasar lo que falta", comenta. Y él decidió que quería pasarlo de manera muy activa. Tanto que, después de haberse proclamado campeón de España y de haber participado en el Campeonato del Mundo de rallies, este año ha terminado su primer Dakar.

Llovera, que ayer dio testimonio de vida activa en Gijón, se inició en el mundo del rallye cinco años después del accidente. "Fue muy duro conseguir la licencia para poder competir", recuerda. De hecho, afirma que esa fue la época más dura de una carrera deportiva en la que "después ya ha ido todo más rodado", hasta conseguir este año completar por primera vez el Rallye Dakar, tras haberse retirado en 2014 cuando solo restaban dos etapas para el final.

Entre medias, Albert Llovera se ha hecho con la victoria en el campeonato de España de tierra, se ha subido al podio en competiciones nacionales en múltiples ocasiones y ha participado en el campeonato mundial, todo ello midiéndose a pilotos que no padecen ninguna discapacidad. "Es inolvidable competir de tú a tú contra grandes como Loewe, Sordo o Carlos Sainz", explica emocionado.

Lo que tiene claro el andorrano es que nunca habría conseguido llegar hasta donde lo ha hecho sin el apoyo de las personas que tiene a su alrededor. "Son mis amigos y mi familia", afirma Llovera, que no tiene "ni manager, ni representante, ni nada". El piloto tampoco duda en destacar la importancia que ahora tienen para él las redes sociales: "Es increíble. Todo el mundo me apoya y me empuja para seguir adelante". Albert Llovera cuenta con casi 65.000 seguidores en Facebook y más de 20.000 en Twitter.

Ahora el piloto está tratando de cerrar su participación en el Dakar 2016. Es una cita en la que le gustaría estar, aunque admite que la experiencia de este año fue dura "no por la etapa en sí, sino por la etapa que yo tengo que afrontar cada noche para ducharme, cenar, etcétera". Pero el andorrano superó todas las dificultades y logró terminar la travesía. De igual forma, no se queja por pasar "más de 200 días al año fuera de casa, sin saber dónde voy a dormir". El incombustible piloto afirma sentirse "afortunado de poder llevar una vida tan activa". No importa lo dura que sea una situación o lo difícil que sea un reto, para Albert Llovera siempre será posible superponerse y seguir adelante.