Dos trayectorias espectaculares jalonadas de premios y reconocimientos conforman el principal aval de los premiados este año por la Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Jovellanos. El catedrático de Física Atómica Molecular Enrique Fernández Sánchez -como antiguo alumno distinguido- y el Concurso Hípico de Gijón -premio "Campanil"- recibieron el homenaje de la sociedad gijonesa en la víspera de la conmemoración de la fecha en que Jovellanos regresó a su villa natal tras una etapa de cautiverio en el castillo de Bellver (Mallorca). Del primero, destacó el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, José Miguel Fernández, "Chechu" su "tremendo esfuerzo formativo y de sacrificio" que le llevó a "niveles de excelencia" en su trabajo, primero en Estados Unidos, después en Ginebra y ahora desde la Autónoma de Barcelona.

En los "muchísimos méritos" del profesor Fernández abundó su compañero de estudios, primero en el Instituto y más tarde en la Universidades de Zaragoza y Madrid, José Luis Jorcano, quien fue testigo del "trabajo duro, las infinitas horas de clavar codos, comer acelgas y pasar frío en la pensión" de Zaragoza donde compartieron años de Universidad. El biólogo molecular, que se trasladó con el físico de origen maliayés a Madrid para completar los estudios de Física, desveló una de las aficiones que compartían aquellos años: "Tocábamos la guitarra cuando estábamos hartos de estudiar". Dos discos, uno de folk americano y otro calificado como "el mejor de la historia de la música popular" fueron sus compañeros durante la carrera. La trayectoria de Enrique Fernández, continuó Jorcano, está llena de "trabajo duro, momentos difíciles y decisiones complicadas, aparte de talento". La propuesta del premio partió de la propia directora del Instituto, Mila Madiedo, presente en el acto junto al exministro Aurelio Menéndez, exponente del jovellanismo. A los valores del ilustrado se refirió el presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos al asegurar que la fórmula para de progreso social de "más educación, más mercado y más estado" continúa de actualidad 200 años después. Fernández se mostró preocupado porque la situación del país "ha empeorado" respecto a 2014: "Se han incrementado las presiones independentistas y se ha producido un deterioro grave del tejido social y en la convivencia". Por eso, "es bueno que miremos a Jovellanos y su ejemplar actuación pública" y parafraseando a Aurelio Menéndez reivindicó la figura del ilustrado como "el gran precursor de la España del equilibrio y la concordia". Sobre la situación del país, proclamó que el Estado de bienestar "es caro y en el futuro lo será mucho más", y alertó de que "no va a llover el maná del cielo", ni siquiera "para los que aspiran a desmontar lo que se construyó con tanto esfuerzo". No obstante, "Chechu" se definió "optimista", confiando que se imponga el "jovellanismo político, más propicio a mantener y reformar en un marco de concordia".

Enrique Fernández, por su parte, confesó "lo especial" que le resultaba el premio de un centro donde creó vínculos afectivos especiales, reuniones en el Parchís y paseos del muelle al Muro donde el que ha sido puntal del acelerador de hadrones en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas) se consideraba uno más de aquel grupo de chavales. En esa faceta científica dijo sentirse muy cercana la concejala de Educación Monserrat López, cuya hija acudió unos minutos al acto de ayer para felicitar al homenajeado antes de tomar un avión para incorporarse a su puesto de trabajó en el CERN, donde antes trabajó el físico Enrique Fernández. "Reconocemos tu trabajo y el de todos los asturianos que están dejando huella", mencionó la edil. El alumno distinguido definió el Instituto un modelo de estudio "con calidad, que potencia una enseñanza universal, el gran invento de la Ilustración, cuyo pensamiento sigue vigente", concluyó.