"Uno de los grandes fracasos en la gestión ambiental de esta comunidad autónoma ha sido el plan de calidad del aire". El portavoz de IU en la Junta General del Principado, Gaspar Llamazares, hizo ayer esta afirmación al hilo de los recientes episodios de las polvaredas de carbón que el viento levantó en El Musel y que acabaron afectando a parte de la ciudad. La política medioambiental de la coalición de izquierdas fue uno de los asuntos a los que aludió Llamazares durante la visita de dirigentes de la coalición de izquierdas a la Feria de Muestras, ayer.

El líder de IU en Asturias apuntó, al cumplirse un año de la presentación del plan de calidad del aire, que "la mitad de las propuestas tenían que ver en cómo observar la situación: Bueno, pues ya sabemos cómo está; Asturias ya no es el paraíso natural", añadiendo que una parte muy importante del citado plan "tenía que ver con el control de los graneles en el Puerto de Gijón. Esa parte hemos visto que tampoco funciona", así como tampoco los planteamientos relativos a la inspección, opinó.

Llamazares consideró que el medio ambiente debe ser "un pilar de la recuperación económica de Asturias" y englobó también en ese apartado el tratamiento de residuos, con una "alternativa a la macroincineradora", recordando que es "llamativo" que el Ayuntamiento de Gijón, concejo que alberga la mayor parte de las instalaciones del vertedero de Cogersa, "está mayoritariamente en contra de esa infraestructura" que apoyan PP y PSOE.

Por su parte, el coordinador general de IU en Asturias, Manuel González Orviz, señaló que "lo que esconden las nubes de polvo en Gijón y el tratamiento de residuos es todo lo contrario de una sociedad desarrollada; es el proceso salvaje de capitalismo". Orviz recodó que uno de los requisitos que puso IU para apoyar la investidura de Javier Fernández como presidente regional fue el de optar por un modelo de gestión de residuos contrario a la incineración. "Queremos favorecer un plan integral para el tratamiento de residuos, que comience con una nueva ley de residuos", que se alcance tras un proceso en el que "deben participar los colectivos que formaban la plataforma contra la incineración", para lograr un amplio consenso sobre la gestión de residuos.