La Policía Local de Gijón tendrá a su disposición, en unas semanas, un nuevo equipo para el control del tráfico y luchar contra los excesos de velocidad en el concejo. El Ayuntamiento ha invertido 38.350 euros en la compra de un radar pistola láser que entrará en funcionamiento dentro de unos días y con el que se pretende mejorar la seguridad vial de la ciudad, tanto en el casco urbano como en las carreteras de la zona rural.

Los agentes municipales se suman, de esta manera, a otros cuerpos de seguridad de toda España que en los últimos meses ya estrenaron este novedoso sistema, como la Ertzaina en el País Vasco o las policías locales de Madrid y Barcelona. La pistola se utilizará junto con el radar móvil de la Dirección General de Tráfico con el que trabajan desde hace meses los funcionarios municipales de Gijón, y complementará además la labor de los tres cinemómetros fijos que se distribuyen desde hace años en nueve puntos fijos de la red viaria gijonesa como Sanz Crespo, Justo del Castillo o la avenida Juan Carlos I. En total el año pasado los agentes de la Jefatura de la Policía Local controlaron 251.682 vehículos. Dos de cada cien conductores superaron los límites de velocidad y fueron sancionados por ello.

La pistola láser que acaba de adquirir el Ayuntamiento de Gijón es más práctica y precisa que los radares convencionales. Los creadores de este sistema aseguran que este cinemómetro móvil pesa sólo un kilo y medio y se puede utilizar fácilmente sin necesidad de contar con un amplio dispositivo escondido dentro de un turismo camuflado. En cuanto detecta una infracción en los límites de velocidad del conductor al que se vigila, la pistola realiza una foto del coche del infractor y tramita la sanción correspondiente buscando los datos en la base de la DGT. El radar tiene un mínimo margen de error de un kilómetro por hora y puede controlar a vehículos que pasen hasta a 600 metros de distancia. Esta nueva pistola se incorpora a los radares actualmente existentes en la ciudad.

La Policía Local realiza hasta la fecha los controles con radares fijos, de los que se alerta a los conductores mediante paneles informativos, y con cinemómetros móviles que se colocan ocasionalmente en puntos conflictivos. Sobre estos no hay avisos para alertar de su colocación. A pesar de que el segundo método es el más efectivo según los expertos, desde el Ayuntamiento aseguran que la mayor parte de los controles que se llevaron a cabo el año pasado en Gijón se realizaron mediante las cabinas fijas. El vehículo camuflado, por su parte, vigiló a 34.813 vehículos, de los que fueron multados 326 por superar el límite de 50 kilómetros por hora dentro del casco urbano. Muchas de las denuncias se interpusieron en agosto. Los meses menos conflictivos fueron diciembre y febrero.

El porcentaje de vehículos infractores es similar al de años anteriores. En la estadística elaborada por el área de Tráfico se refleja como sólo en dos ocasiones -en 2011 y 2013-, se consiguió reducir a menos de un uno por ciento el número de conductores sancionados por no respetar los límites de velocidad.