"Como gijonés que soy, opino que el plan de vías de Gijón sigue en el debate político y lo que tiene que hacer Gijón al Norte es trabajar técnica y profesionalmente" para sacar adelante un proyecto que está rezagado respecto al que el gestiona en Logroño. Así lo indicó ayer en su visita a la Feria de Muestras Santiago Miyares, exgerente de Sogepsa que dirige el plan de soterramiento de la barrera ferroviaria de aquella ciudad, que ya tiene ejecutadas el 90% de sus actuaciones previstas tras haber solicitado un crédito bancario de 220 millones de euros, que se amortizará al cabo de los años con las plusvalías que genere la venta del terreno liberado de las vías.

Logroño constituyó su sociedad para eliminar su barrera ferroviaria en el año 2003, un año después de que se constituyera Gijón al Norte y con los mismos mimbres: La mitad de las acciones del Ministerio de Fomento, una cuarta parte de la comunidad autónoma y otra cuarta parte del ayuntamiento, con las futuras plusvalías por la venta de suelo como plan para financiar la obra. El proyecto de Gijón sigue en mantillas, mientras que en Logroño ya se han invertido 220 de los 280 millones de euros previstos.

"La diferencia es que nosotros teníamos claro qué proyecto hacer y en 2009 pedimos un crédito bancario de 220 millones de euros, respaldado por los socios institucionales. Así pudimos licitar el grueso de las obras", indicó ayer Miyares, quien también resaltó el consenso político en torno a esa actuación en Logroño, con una sociedad cuya mayoría accionarial estuvo en manos alternativamente de gobiernos del PSOE y del PP. "Si no hay consenso es muy complicado sacar algo así adelante; hay que olvidarse ya del debate político y trabajar para arrancar el proyecto que se quiera", aconsejó respecto al plan gijonés.

Pese a comenzar más tarde que Gijón, Logroño ya cuenta con casi toda la obra ejecutada. En 2009 pidieron el préstamo por 220 millones de euros, para la primera fase, a un sindicato de bancos encabezado por el Banco de Santander. Unos fondos que se tendrán que devolver con la venta de las parcelas para construir 1.250 viviendas de base 100, cantidad inferior incluso a la prevista en el caso de Gijón. Aún no se ha vendido ni un metro cuadrado, algo que tendrá que esperar a que se reactive el mercado inmobiliario, por lo que los bancos refinanciaron ese crédito en 2014, prolongando su periodo de amortización hasta 2021. Tienen pendiente otras dos fases, que precisarán obtener 60 millones de financiación adicional.

Ahora también está en marcha el proyecto para construir la estación de autobuses del área intermodal, por otros 10 millones de euros, que serán financiados conjuntamente por el Ayuntamiento de Logroño y el gobierno de La Rioja.

Pese a esa situación del mercado inmobiliario, en Logroño la obra está hecha y Miyares señala que a poco que se reactive el sector inmobiliario en los próximos años esos terrenos, que al igual que los de Gijón están en el centro del casco urbano, se venderán sin mayores problemas. "A poco que espabile la situación económica, esos terrenos, tanto en Logroño como en Gijón, se van a vender", señaló ayer Miyares.

"Cuando yo pedí financiación bancaria en 2009, si Gijón al Norte la hubiera pedido en las mismas condiciones también se la habrían dado", apuntó el gestor.