La venta de medicamentos a través de internet es ya una realidad en España. Y para los profesionales es, además, la crónica de un fracaso anunciado. "Estaba claro que algo así no iba a funcionar porque en este país tenemos el mercado muy regulado y no hay personas que tengan que caminar 50 kilómetros para ir a la farmacia", explicó ayer durante una conferencia organizada por la Sociedad Internacional de Bioética en la Feria de Muestras el farmacéutico Álvaro Domínguez-Gil Hurlé. Como muestra de este fracaso de la venta on line el boticario puso un ejemplo: en España sólo cuatro farmacias se han dado de alta para recibir pedidos de medicamentos vía web. "La Unión Europea nos obliga pero estaba claro que esto no iba a ser un éxito en España", aseguró Dóminguez-Gil.

El farmacéutico insistió durante su charla en la necesidad de tomar las máximas precauciones a la hora de comprar en las farmacias a través de internet. Lo fundamental: comprobar que no se haya falsificado el sello de calidad que exige la Agencia Española del Medicamento a los sitios web. Esta institución incluye en su portal de internet un listado en el que se pueden comprobar qué farmacias operan actualmente en el ciberespacio español, las únicas habilitadas para enviar a domicilio medicamentos para los que no se requiera la posesión de una prescripción médica.

"Si surgen operadores paralelos nos podemos meter en una guerra de ofertas muy peligrosa porque no sabes realmente a quién estás comprando ni si el medicamento es auténtico", denunció Domínguez-Gil. El farmacéutico aseguró que según los datos del servicio de Aduanas de la Unión Europea sólo durante el 2013 se intentaron colar a través de las fronteras de los países miembros de la Unión cuatro millones de medicamentos falsos que podrían suponer un grave riesgo para la salud.

"La red es global y está claro que hay problemas sobre todo cuando se compran viagras o pastillas para que crezca el pelo o se pueda dejar de fumar. También hay insulinas que se venden de forma clandestina", enumeró el boticario haciendo hincapié en que los medicamentos que se comercializan fuera de los cauces legalmente establecidos no están sometidos a los mismos controles que los dispensados en boticas y que, por tanto, pueden resultar muy peligrosos. Las ofertas se pagan caras. "Si los productos salen fuera del círculo de las farmacias aumentan los peligros de que nos encontremos frente a una falsificación", afirmó Domínguez-Gil durante su conferencia. El farmacéutico ha publicado a lo largo de toda su carrera más de 30 trabajos en revistas científicas y recibió el Premio Nacional de Correfarmacéutico.