"Una noche tranquila y sin incidencias". La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, resumía con estas palabras el éxito del operativo establecido en la ciudad para la noche de los fuegos. La propia regidora y el concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, se encargaron de recorrer, desde las nueve y media de la noche del pasado viernes, todos los puntos establecidos en la ciudad para el seguimiento y control de una de las fiestas más multitudinarias del municipio, hasta que se cerró por completo. "Estuvimos en un control de alcoholemia y estaba todo muy tranquilo", mencionó la regidora quien tampoco se olvidó a de apuntar la mayor afluencia que presentaba este año de madrugada la playa de Poniente frente a la de San Lorenzo, el escenario natural para el disfrute de la noche de los fuegos. Quizá el chaparrón que pasadas las once de la noche amenazó con dejar a muchos gijoneses en casa fue uno de los motivos que hizo retirarse a un buen número de habituales otros años en la atalaya de San Lorenzo. Moriyón cerró pasadas las cuatro de la mañana el recorrido por todos los puntos del dispositivo de Begoña destacando la ausencia en todo momento de incidencias significativas a lo largo de la noche. En su páginas web ayer agradecía a todos los gijoneses "haber hecho de esta semana algo tan grande".