"El problema deportivo es el menor de los problemas. El estado del anillo navegable del Piles es un problema de salud pública". Así lo afirma el director deportivo del Grupo Covadonga Nacho Aybar, sumándose así a las denuncias efectuadas por un grupo de padres de jóvenes practicantes del piragüismo en la escuela y los cursillos del Grupo Covadonga que han lanzado su clamor por el estado del anillo navegable que circunda el recinto deportivo de Las Mestas. El Grupo ha solventado momentáneamente este problema llevando a los niños al embalse de Trasona, pero se reconoce la necesidad de afrontar una profunda limpieza del canal. El Grupo también ha intentado, por el momento sin éxito, poder contar con una pequeña zona en el puerto deportivo para usarla en la práctica del piragüismo. En el anillo del Piles hay zonas más afectadas que otras, pero las algas y la suciedad invaden todo el recorrido hasta el punto de que en algunas partes es imposible el paso de las piraguas y ni siquiera se puede completar la vuelta. Incluso es evidente el mal olor que desprenden las aguas, en ocasiones insoportable, como así atestiguan corredores habituales del circuito aledaño.

Algunos expertos apuntan que el canal está mal construido, ya que carece de una rampa de acceso que permita bajar maquinaria que lleve a cabo la limpieza. De ahí que el problema de ahora se acentúa todos los veranos con la proliferación de algas que quitan el oxígeno del agua, provocan la proliferación de pulgas, a lo que se une la porquería que se tira al río. El Grupo intentó por su cuenta, aunque el mantenimiento depende de Medio Ambiente, limpiar el cauce aunque con métodos muy rudimentarios que no son eficaces. En estos momentos tienen instaladas unas duchas en la parte trasera del conocido como pabellón verde para que cualquiera de los practicantes del piragüismo que caiga al agua se duche de manera inmediata. En su día el Ayuntamiento realizó trabajos con personal propio y del desaparecido Plan Piles, pero eran soluciones momentáneas. Una solución de mayor duración pasa por vaciar el río, meter máquinas en el cauce, proceder a una limpieza a fondo y luego volver a llenar. Pero hasta ahora el Ayuntamiento no ha dado permiso porque supone evacuar todo el agua a través de la playa a donde iría a parar la mayor parte de la suciedad.