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Dos años de una norma polémica

En agosto del año 2013, después de las fiestas de Begoña, el Ayuntamiento empezó a aplicar la ordenanza de convivencia cívica. La prohibición de consumir alcohol en la calle generó, ya en los primeros días, curiosas estampas como la que tuvo lugar el último fin de semana de agosto. La Policía Local acordonó entonces, en medio de una gran polémica ciudadana por el uso de espacios públicos, la plaza Arturo Arias, más conocida como plaza del Lavaderu -en la foto-, un lugar muy habitual de reunión de jóvenes. Los vecinos de la zona se habían quejado en varias ocasiones de la presencia de grupos que hacían "botellón". Los agentes decidieron prohibir que los clientes de las sidrerías cercanas se sentaran en las escaleras de la citada plaza. Además ese fin de semana se impuso una multa de 800 euros a una sidrería de la Cuesta del Cholo por dejar que sus clientes escanciaran sidra en la calle.

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