La llegada de varios ejemplares de medusas "Rhizostoma pulmo", ayer, a aguas de Gijón obligó a cerrar momentaneamente al baño la playa de Estaño. La presencia de varios ejemplares de esta especie en estado de descomposición llevó, incluso, a la necesidad de atención hospitalaria para un niño que entró en contacto con estos animales cuando se encontraba dentro el agua.

Con la llegada del equipo de Salvamento se optó por colocar la bandera roja en el arenal. La alarma surgió cuando se tuvo conocimiento de que el pequeño había sufrido una reacción alérgica al entrar en contacto con estos ejemplares, explicó Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (Cepesma) . El niño fue trasladado por su progenitor al hospital de Cabueñes.

Desde el equipo de Salvamento de playas de Gijón se pusieron en contacto con la Cepesma para identificar los restos localizados en el arenal. "Estaban muy fragmentos pero, aún estando sin vida, es conveniente no tocarlos", aconsejó Laria, quien indicó que aunque "no es muy habitual su presencia en el Cantábrico" y su llegada a estas latitudes está vinculada a las corrientes marinas.

Por la tarde, una embarcación de recreo avistó otros cuatro ejemplares vivos de "Rhizostoma pulmo" a una milla de Tazones, en el vecino concejo de Villaviciosa. "Una de ellas medía 45 centímetros", precisó Laria sobre unos ejemplares pueden llegar a alcanzar los 60 centímetros. Esta especie es fácilmente reconocible por su borde de color azul intenso. Su presencia es habitual entre mayo y noviembre, aunque puede llegar a vivir el año completo alcanzando un enorme tamaño.

Junto a las de la playa Estaño y Tazones, a lo largo de la jornada también se tuvo conocimiento de la presencia del mismo tipo de medusas en la playa de Serín. Desde el equipo de Salvamento de Gijón remarcaron que en los arenales urbanos no se registró ninguna incidencia ni fue necesario cerrar al baño otras playas.

A lo largo de los últimos años, con mayor o menor frecuencia, han llegado a las costas gijonesas varias plagas de medusas. La última, más fuerte, al final de la temporada de playa de 2012, que obligó a suprimir el baño en San Lorenzo, Poniente y El Arbeyal durante tres jornadas consecutivas. Aquel episodio coincidió con la llegada al litoral asturiano de miles de ejemplares de carabela portuguesa, uno de los más urticantes entre las medusas.