Existe normativa, pero falta voluntad efectiva para aplicarla. Es, de manera sintética, la valoración que por su parte hacían ayer los grupos ecologistas de las medidas planteadas por el Ayuntamiento para limitar el impacto de las emisiones contaminantes en la zona oeste. Un plan que, por otra parte, continúa errando el tiro, afirman.
Porque como apunta Fructuoso Pontigo, de la Coordinadora Ecologista de Asturias, "el problema sigue siendo la gran industria, esa a la que nadie se atreve a meter mano por el miedo a que se vayan de la región". En todo caso, "las medidas disuasorias son positivas, pero falta que se cumplan de manera efectiva; vemos cómo la grandes empresas las incumplen sistemáticamente y no pasa nada. El Ayuntamiento debería ser más proactivo", recalca Pontigo.
De parecido sentir es Paco Ramos, de Ecologistas en Acción, quien señala como "muy positivo" el hecho de que la sociedad haya empezado a movilizarse para exigir medidas concretas contra la contaminación. En cambio, espera Ramos que "se apliquen medidas que tengan que ver con la industria, que es el gran problema de la zona oeste". Contemplar una reducción de las emisiones de camiones y calefacciones "está bien", pero "hay otras no visibles que son las de las grandes empresas, las más peligrosas".
Los vecinos, por su parte, se declaran "hartos" de tanta medida y de tan poca actuación. "Lo que queremos es que se pongan en práctica porque hasta ahora no se ha hecho nada", clama Tita Caravera, presidenta de la federación vecinal, quien teme que medidas como la restricción del paso de camiones al final se quede en nada porque "acabarán saliendo todos juntos cuando se acabe la limitación y contaminarán el doble".
El problema, advierte, "es de las industrias", y por eso la federación ha solicitado una entrevista con la consejera de Medio Ambiente "para que nos diga qué se piensa hacer en este sentido". El Ayuntamiento ya ha iniciado por su parte una revisión a las industrias más contaminantes de la ciudad, que concluirá en noviembre.
Antonio Rodríguez Dosantos, de Asturias Verde, sostiene por su parte que "esperábamos algo más valiente por parte del Ayuntamiento", habida cuenta de que "el tráfico pesado no es determinante para la contaminación de Gijón". Sí lo sería, sostiene, "las nubes de carbón y las emisiones de las grandes industrias, donde sí se deberían aplicar medidas correctoras y donde se deberían acometer inversiones para efectuar mejoras".
Dosantos apunta también a la necesaria revisión de las estaciones medidoras de la contaminación, porque "estamos viendo que se estropean y no funcionan bien", con lo que no serían testigos fiables al cien por cien de los niveles de contaminación.
