La humanidad ha hecho de su relación con las piedras un fértil factor de evolución. Con materiales líticos ha hecho objetos y armas, levantado templos y cincelado dioses, medido el orbe y erigido observatorios con los que mirar el cielo y seguir el paso de la estrellas. "El objeto más sencillo y más denso de la Edad de Piedra es todavía un enigma", afirman Coco Moya e Iván Cebrián, que inauguraron ayer en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial "Menhir. Instalación 0", donde el carbón (un mineral fósil) hace de hilo conductor en una propuesta que amalgama imagen, sonido y disposición escultórica.

"Es una exploración del paisaje de Asturias y León", explicó Iván Cebrián (Cuenca, 1980), para quien "Menhir" puede contemplarse, además, como un "homenaje" a la naturaleza mediante la superposición de imágenes tomadas en los Picos de Europa o las Cuencas, entre otros lugares, y los registros sonoros que los mismos espectadores pueden obtener por el sencillo procedimiento de tocar con sus manos la treintena de negras rocas dispuestas por el suelo de la sala.

Es uno de los elementos más atractivos de "Menhir": la posibilidad de obtener secuencias sonoras corales a partir de la interacción del público con estos carbones. Es mineral de la leonesa Santa Lucía. "Es un trabajo pensado para Asturias y muy en relación con nuestro interés artístico por lo local", dice la gijonesa Coco Moya (1982), licenciada en Bellas Artes por la Complutense y música, al igual que Cebrián. Ese interés de la pareja por la creación sonora es muy notable, como se ha subrayado, en esta instalación que ocupa la galería de exposiciones de Laboral.

Con "Menhir", estos dos creadores han logrado el premio LABjoven-Los Bragales, que se dirige a artistas asturianos menores de cuarenta años. Laboral ha podido recuperar esta convocatoria gracias al apoyo del siempre activo empresario cántabro Jaime Sordo, propietario de la importante colección de arte "Los Bragales". Una importante selección de estas obras estuvieron expuestas en verano en Gijón, en el Centro Antiguo Instituto.

"Estoy encantado, todo han sido satisfacciones. Y, si cabe, más feliz aún con los resultados", manifestó ayer Jaime Sordo, muy vinculado "sentimentalmente" a la Laboral, donde estudió. Es un coleccionista que ha venido apostando desde hace cuatro décadas por propuestas renovadoras. Está convencido de que "la gente joven aporta innovación". "En 'Menhir" hay multidireccionalidad: sonido, imagen, instalación, además de los elementos esculturales que aporta el carbón; es una muestra de por dónde van las nuevas tendencias", añadió. También participó en la presentación Patricia Villanueva, responsable de exposiciones de Laboral.

Coco Moya y Cebrián utilizan placas de Arduino. Los "costeros" están conectados a sensores. Los espectadores, al tocar las rocas de carbón, activan los sonidos y componen una partitura cambiante que se relaciona con las imágenes de la montaña astur-leonesa que brotan de una gran pantalla. Para estos dos creadores, "Menhir Instalación 0" es una simbolización de la "relación con la montaña, el movimiento interno que se siente al caminar por ella".

Jaime Sordo recordó que el jurado, presidido por él mismo e integrado por especialistas como Benjamin Weil, Pilar Lafita, Alicia Ventura o Patricia Villanueva, tuvo pocas dudas a la hora de elegir el proyecto de Coco Moya y Cebrián como ganador del premio LABjoven-Los Bragales. Los artistas han disfrutado de dos meses de residencia artística en el Centro de Arte. Mañana viernes, 18 , y el sábado 19, impartirán un taller en el que reflexionarán sobre "propiocepción" o el "Land Art", corriente del arte contemporáneo en la que se puede inscribir buena parte de su trabajo. "Menhir" comenzó a gestarse en el verano de 2013, a raíz de una visita de estos dos creadores a Valverde de Curueño, en León.