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La madera suena con el otoño

Casi un millar de personas disfrutan de la fiesta del Equinoccio en el Botánico, dedicada a instrumentos artesanales, con charlas, exposiciones y conciertos

La madera suena con el otoño

Simulando a los maestros artesanos, los niños del taller infantil del Equinoccio de Otoño en el Jardín Botánico vivieron ayer una experiencia única: fabricar su propio instrumento de madera. Con los materiales proporcionados por los organizadores del taller pudieron realizar un sencillo artefacto que se llevaron después de recuerdo para sus casas. Una forma de acercarles a la música tradicional a través de los consejos de Anxel Vega.

El festejo para despedir el verano y dar la bienvenida al otoño contó con una amplia presencia de público. En especial de muchos niños, que aprovecharon para acercarse junto a sus padres. Como Sergio e Irene Castro, de seis y tres años, habituales de las fiestas del equinoccio o de "Halloween". "Es un lujo tener esto, aprender mucho y les viene muy bien", señalan sus padres. Mientras a Sergio, de seis años, le encanta la batería, y todos los instrumentos de percusión, a su hermana pequeña, de tres, le ilusionan "los árboles que dan bellotas". Pero ambos disfrutan con las actividades, sea la época que sea. "Solo falta la sidra dulce del amagüestu", incide.

La jornada se cerró con cerca de un millar de visitantes, concretamente 957, según el último recuento instantes antes del cierre. Cerca de 500 ya habían aprovechado la jornada matinal. Y por la tarde las visitas se dispararon. Entre la oferta infantil destacaron los talleres y la gymkana "Árboles que dan la nota", en la que los participantes recibían pistas para encontrar piezas de instrumentos en el entorno del Jardín. El fin de semana se alcanzó una cifra de visitantes por encima de los 1.200.

La música cobró especial protagonismo un día más. Junto a la gran actuación de "Stormy Mondays", el concierto dirigido y presentado por Pachi Poncela, con un grupo de músicos reunidos para la ocasión, cautivó a los asistentes. Los violines de Iria Rodríguez, Marta Avello, Miguel Cañas y Verónica San Martín se unieron a las violas de Adrián Arechavala e Iván Carriedo, el violonchelo de Javier San Marcos y Marc Sunyer con su contrabajo.

Además, los visitantes pudieron disfrutar durante todo el día de un mercadillo de instrumentos musicales artesanales de madera, que están diseñados y fabricados por diferentes "luthiers" asturianos. Entre lo más curioso estaban una guitarras eléctricas de Alejandro Barna. Aunque también había gaitas de Chus Solís, bandurrias de Anxel Vega o tambores de Simón San José.

Jesús Rodríguez, junto a sus hijos Luis y Pedro, hicieron el tour completo. Pusieron mucho la atención a la charla sobre "El Mundo vegetal, una gran fábrica de manera", a cargo de Joan Homet, profesor jubilado del área Botánica de la Universidad de Oviedo. Y cantaron y disfrutaron con las anécdotas y las demostraciones musicales de los instrumentos de Dani García de la Cuesta.

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