El proyecto de intervención artística "Galería abierta", elaborado desde el Ayuntamiento para llevar el arte mural a diez grandes paredes de Cimadevilla, deberá archivarse o modificarse de manera sustancial. Asó lo decidió ayer, día en el que estaba previsto iniciar algunos de los trabajos pictóricos, el Consejo del Patrimonio Cultural de Asturias, organismo del Principado competente en el asunto al ser el barrio alto de la ciudad un conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

La empresa municipal Divertia, impulsora de la iniciativa, recibió ayer mismo una comunicación en la que, según explicaron la concejala de Cultura, la forista Montserrat López, y Teresa Sánchez, de Divertia, echa por tierra las expectativas puestas en un proyecto que tiene el apoyo vecinal. "Se entiende que el proyecto presentado por Divertia no presenta expresiones con valores plásticos de excelencia y que su integración con las piezas arquitectónicas resulta nula", dice el citado documento. Y más: "El colosalismo de las intervenciones propuestas puede resultar una rémora para la percepción de los valores patrimoniales del barrio de Cimadevilla".

Hay una alternativa: que las pinturas murales se hagan "en soportes superpuestos a los muros de los edificios y, en todo caso, a escala menor, garantizando con ellos la condición efímera de las obras para evitar la degradación progresiva y consiguiente afectación en el entorno".

"Es desconcertante", respondió Sánchez, antes de relatar que algunos de los artistas invitados, como el inglés Ben Slow, estaban ya en la ciudad. El planteamiento pasaba por hacer coincidir el inicio de "Galería abierta" con La Noche Blanca. Las dos responsables municipales mostraron su extrañeza por la decisión de Patrimonio Cultural con un proyecto que, según subrayaron, tiene el informe favorable de los técnicos municipales de urbanismo y de la comisión local de catalogación.

"La idea es una iniciativa vecinal que tiene nuestro apoyo", insistió la concejala de Cultura, convencida de que las diez propuestas de arte mural contribuirían a la "dinamización" del barrio alto y al "embellecimiento" de esos espacios. "Se trata de posicionar la ciudad en el movimiento del arte urbano y de crear un añadido artístico", hizo resaltar López. "Es una oportunidad perdida", agregó, antes de recordar que iniciativas similares se han concretado en Barcelona, Salamanca, Zaragoza o Granada. El contenido de los murales, en diez emplazamientos, haría referencia a la identidad de Cimadevilla y a algunos de sus personajes.