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La figura de la semana | Moisés Llordén miñambres | Catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Oviedo

El escudero de Jovellanos

Su adiós de la presidencia del foro jovellanista no merma la pasión por el polígrafo de este rojiblanco nacido en Zamora y experto en urbanismo

El escudero de Jovellanos

Acaba de colgar los trastos de su responsabilidad como presidente de la Fundación Foro Jovellanos, y se va con la misma serenidad con la que en su día hubo de asumir el cargo. Moisés Llordén es el paradigma del hombre tranquilo. Como buen castellano, en la mejor interpretación de su estilo, es austero, cabal, prudente y silencioso; huye de la petulancia y de las apariencias, pese a que su estatura intelectual es deslumbrante. Se tituló como Bachiller en el Real Instituto Jovellanos, algo que muchos gijoneses estiman como precinto de pata negra, pese a haber nacido en Zamora por aquella costumbre de ir a dar a luz al abrigo de la familia. Pero es gijonés y rojiblanco, casado con una gijonesa y padre de tres gijoneses, vecino de Somió, admirador de Jovellanos y conoce palmo a palmo todo lo relativo al urbanismo de la ciudad.

Su trayectoria escolar es curiosa. Le gustaban los números y a la hora de elegir carrera hubo de desistir de licenciarse en Ciencias Económicas porque aún no existía esa facultad en la Universidad de Oviedo, y salir de Asturias grababa considerablemente la economía familiar. Optó por ingresar en la Escuela de Peritos Industriales y una vez conseguido el título se dedicó a la enseñanza dando clases particulares. Se abría ante él un nuevo camino, forzado por las circunstancias, pero... En definitiva ese iba a ser su verdadero destino que le llevaría al éxito profesional y al encuentro de su vocación. En medio de sus clases particulares se dijo, ¿por qué no voy a seguir estudiando? Se matriculó en Historia en la Universidad de Oviedo, y cinco años después se licenciaba con Premio Extraordinario. Pasados otros cinco obtuvo sobresaliente cum laude en su tesis doctoral, titulada "La promoción inmobiliaria en Gijón, 1940-1980". Lo sabe todo de este Gijón de nuestros pesares, de cómo intervino la piqueta para llevarse por delante verdaderas joyas arquitectónicas y erigir en su solar infames colmenas de cartón piedra; de cómo el afán recaudatorio de unos y otros conculcaba las leyes para permitir aberraciones tales como dejar el Muro a la sombra; o cómo a la vera de una iglesia de corte románico, o un palacio del siglo XV se alzaba una torre de veinte pisos. Fuimos portada de ABC, la iglesia de San José pegadita al rascacielos. Y ahí sigue.

Su curiosidad no tiene limites y en consecuencia ha escrito más de veinte libros, muchos de ellos relacionados con Asturias, incluso ha hecho un estudio de la emigración asturiana que encontró cobijo en Cuba. Es Comendador de la Orden de don Enrique el Navegante, académico de la correspondiente Portuguesa de la Historia. Ha sido secretario general de los cursos de Extensión Universitaria, vicerrector de la Universidad de Oviedo durante veinte años, es miembro de número del RIDEA, patrono del Foro Jovellanos, vicepresidente de dicha entidad con Agustín Antuña, y presidente desde el mes de febrero de 2014, cargo que acaba de abandonar.

El cese no implica que vaya a mermar su interés por Jovellanos, al contrario, desde sus labores de intendencia aportará nuevos datos a la ingente obra de ilustre gijonés. En estas mismas páginas, Moisés Llordén declaraba: "Gijón debe a Dios el mar, y el resto a Jovellanos". Sabe que los grandes proyectos de Jovino respecto a las comunicaciones han alentado su construcción aunque hayan tenido que pasar dos siglos, como en el caso del puerto de El Musel.

Hombre pragmático, familiar, amante de la tranquilidad; le gusta la ópera y la zarzuela, no se pierde un partido en el Molinón. Irónico, perspicaz y cariñoso... Tras su porte un tanto grave hay un gran corazón, que a veces lo traiciona. Le hemos visto emocionarse, sonreír con ternura, y regalar sólo palabras dulces a sus amigos. Entre los que creo hallarme, para mi honra.

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