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JOSÉ ALBERTO MESA BAQUERO (S. J.) | Secretario de Educación de la Compañía de Jesús a nivel internacional, abrirá mañana los actos del 125.º aniversario del colegio de la Inmaculada Concepción de Gijón con una conferencia

"Los primeros responsables de la educación son los padres de familia"

"Vivimos una nueva cultura digital, internet y otras herramientas hacen que las nuevas generaciones tengan una manera distinta de aprender"

José Alberto Mesa Baquero (s. j.).

El colegio de la Inmaculada Concepción de Gijón inicia mañana los actos del 125.º aniversario de su fundación, y la conferencia inaugural correrá a cargo del padre José Alberto Mesa Baquero (Medellín, Colombia, 1960), que es el secretario de Educación de la Compañía de Jesús a nivel internacional, específicamente en el campo de la Educación Secundaria y Presecundaria, quien hablará sobre "La educación jesuita: una tradición viva en un nuevo contexto". José Alberto Mesa (S. J.) estudió Filosofía y Teología, tiene una maestría en Psicología Educativa y un doctorado en Filosofía y Educación. También colabora en la Facultad de Educación de la Universidad de Loyola de Chicago (Estados Unidos), especialmente en Filosofía Educativa.

-¿Cuántos alumnos tiene la Compañía de Jesús en sus colegios repartidos por todo el mundo?

-Tenemos alrededor de 2.300 colegios y unas doscientas universidades; estamos hablando de varios millones de estudiantes.

-¿Qué es lo prioritario en la educación en el siglo XXI para la Compañía?

-Es poder invitar a los estudiantes y a las familias a que consideren una perspectiva integral, que sean capaces de ver sus talentos y sus dones en función del bien común y, en este caso concreto, en nuestras coordenadas históricas, un bien común que pasa por la justicia, especialmente con los más necesitados, o como el Papa suele decir, que viven en las periferias. Lo que queremos hacer es que nuestros estudiantes entiendan que su sentido de la vida, su verdadera felicidad, pasa, precisamente, por este tipo de compromiso. Por eso, precisamente, creemos que una educación de calidad significa que ellos puedan desarrollar sus talentos al máximo para que puedan, a su vez, beneficiar a la sociedad y comprometerse con los más marginados de ella.

-¿Eso es válido para todos los países, los más desarrollados y los del Tercer Mundo?

-Sí, es absolutamente válido para todos, aunque, evidentemente, en cada colegio concreto el contexto particular y local tiene unas dimensiones especiales, por supuesto no es lo mismo cuando estamos educando a los "intocables" en la India a cuando educamos a personas en ciudades del primer mundo que tienen todos los beneficios y privilegios. Pero el mensaje es el mismo: todos los seres humanos estamos unidos a una historia común, máxime cuando hoy la entendemos desde una perspectiva global y el Papa nos ha llamado específicamente a entender nuestra responsbilidad común sobre el planeta.

-¿En esa globalización, internet es esencial en la educación?

-Consideramos que en este asunto de la globalización estamos viviendo una nueva cultura digital, donde la internet y otras herramientas hacen que las nuevas generaciones que estamos educando tengan una manera distinta de aprender y de acercarse al mundo y a la realidad, por eso nosotros insistimos que la nuestra es una tradición viva. Un desafío es el de la cultura digital y como cambia el proceso de enseñanza y de aprendizaje y por eso debemos ser creativos.

-¿Es bueno, malo o indiferente que un país tenga una ley de educación nueva cada cinco o seis años, como ocurre en España?

-No conozco bien el caso español, pero como todo, puede ser muy bueno, muy malo o indiferente. Pero creo que, en general, la conciencia internacional de los países va hacia que tenemos que ir abandonando esa perspectiva nacionalista que nació en el siglo XIX y que se consolidó en el XX de pensarnos que estábamos divididos en naciones; tenemos que ir a una perspectiva más global, más universal, ya que los problemas se han vuelto globales y una nación sola no puede funcionar, aunque sea la más poderosa del planeta. Hay legislaciones en muchos países que se están abriendo y siendo conscientes de que los problemas educativos también tienen que tener una mirada más amplia, más global. Nosotros pretendemos que nuestos estudiantes tengan raíces locales, lo consideramos importante, que conozcan dónde están, pero que también sean capaces de tener una mirada global.

-¿En un colegio, quién tiene que tener, digamos, más poder, el claustro de profesores o la asociación de padres y madres?

-Le voy a cambiar un poco la pregunta. Creo que más que decir cuál es más importante lo que puedo decir es que no se puede hacer una buena educación sin alguno de los dos. Cuando mejor funciona la educación es cuando todos, los padres de familia, el claustro, los educandos y la sociedad, en general, apuntan a lo mismo, así son los sistemas educativos más eficientes, fuertes y mejores. Donde están divididos y cada uno va por su lado terminan pagando los platos rotos, por supuesto, los educandos, que no encuentran un mensaje unificado. Evidentemente, nosotros pensamos que los primeros responsables de la educación son los padres de familia y, en este sentido, los colegios lo que hacen es ayudarles en su responsabilidad fundamental, pero, evidentemente, esa responsabilidad se puede llevar a cabo si todos miran hacia el mismo lado y con la misma visión educativa.

-¿Cuáles son ahora los retos de la educación?

-Uno de los retos es , sin duda, que tenemos que aceptar este nuevo contexto global. Otro reto, sin duda, es la cultura digital, de la que ya hablamos, que implica que tenemos que repensar y ser más creativos a la hora de mirar las tecnologías que utilizamos. Otro de los retos importantes es que cada vez el mundo es más consciente de que vivimos en sociedades plurales que buscan cada vez más el respeto por la diferencia. Tenemos que construir una escuela que, sin perder su identidad, sea capaz de construir una identidad, pero, al mismo tiempo, respetando la diversidad y ser lo más inclusiva posible.

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