La supuesta estafa con facturas falsas se habría cometido entre 2005 y 2011, coincidiendo con la etapa en la que Fernando Menéndez Rexach presidía la Autoridad Portuaria de Gijón. El cobro de facturas de la empresa belga, supuestamente falsas, cesó tras la llegada al máximo cargo portuario de Emilio Menéndez, quien intensificó los controles de contratación.

Con Emilio Menéndez se creó un censo de proveedores de la Autoridad Portuaria, hasta entonces inexistente. Ese censo obligaba a rellenar una ficha con los datos de los proveedores antes de contratar con los mismos, para que el Puerto diera de paso sus facturas.

Aunque el control impuesto por Emilio Menéndez atajó la supuesta práctica, el asunto no se destapó hasta noviembre de 2012, ya bajo la presidencia de Rosa Aza, tras lo que el Puerto abrió un expediente disciplinario contra el directivo y envió la información a la Fiscalía, lo que ha llevado a la apertura del juicio oral.