José García Peláez, más conocido por Pepín de Pría (1864-1928), había "terminado de poner en limpio" su "Diccionario" del bable el 14 de abril de 1925, según ha contado por escrito Vicente Pedregal. Eran 474 cuartillas de "tamaño grande y letra menuda". Es, desde entonces, una de las obras desaparecidas o perdidas de la historia de la lengua asturiana; un trabajo del mayor interés filológico que engrosa una lamentable lista de títulos inencontrados , a la que se suman por ejemplo el "Diccionario" y la "Gramática" jamás hallados del Padre Galo (Fernán Coronas). La reciente publicación de "Esbozo del Diccionario del Bable del Centro y Oriente de Asturias", texto que se presentó ayer en el gijonés Centro Antiguo Instituto, ayuda a entender la importancia del compendio lexicográfico que había reunido el autor de "Nel y flor".

El libro, editado por la Academia de la Llingua en su colección "Llibrería Llinguística", gracias al convenio de colaboración con el Ayuntamiento gijonés, es una edición introducida y anotada por la bisnieta de Pepín de Pría, Beatriz Hernán-Gómez Prieto. Ésta, que es profesora en la Universidad de Milán, relató ayer que el manuscrito de este "Esbozo" se encontró, junto con otros textos inéditos de su antepasado, en un armario familiar. Esos papeles no eran conocidos cuando el fallecido académico Miguel Ramos Corrada publicó las "Obras completas" de Pepín de Pría.

El "Esbozo" recoge más de 1.700 entradas. Toma como base el "Vocabulario" del gijonés Apolinar de Rato, aunque introduce interesantes modificaciones y cambios semánticos. "Permite perfilar el retrato de su autor, reconstruir su biblioteca y el campo lexicográfico", indicó Beatriz Hernán-Gómez. El volumen, que está dedicado a Ramos Corrada, se completa con dos cartas cruzadas entre Pepín de Pría y Fernán Coronas, así como con una epístola, firmada en 1927, por el que fuera director de la Real Academia de la Lengua, Ramón Menéndez Pidal.

"Es un 'esbozo' porque hay vocablos que en la versión definitiva tienen un espacio mayor y definido; son apuntes para un uso personal", dijo la bisnieta de Pepín de Pría. Ésta hizo ayer un llamamiento "a quienes conservan en sus bibliotecas manuscritos de Pepín de Pría" para que los den a la luz: "Son un patrimonio de los asturianos, y estoy segura de que hay manuscritos por algún lado". Es posible que el inencontrado "Diccionario".

Beatriz Hernán-Gómez estuvo acompañada por la concejala de Cultura de Gijón, Montserrat López, así como por el director de Planificación Lingüística del Principado, Fernando Padilla, y por la presidenta de la Academia de la Llingua, Ana María Cano. "Es una obra importante y una edición muy trabajada", afirmó esta última. Para la catedrática de Filología Románica, el "Esbozo" permite al lector actual hacerse una idea del "resultado final" de la obra lexicográfica perdida de Pepín de Pría. "Es una edición impecable", añadió, antes de leer algunas líneas de la citada carta del Padre Galo ("Asturias está hoy totalmente descuidada de su lengua", escribe Fernán Coronas) y desear que "algún día la cooficialidad sea una realidad". Al acto asistió, entre el público, el anterior presidente de la Academia de la Llingua, el también filólogo Xosé Lluis García Arias.

Fernando Padilla aplaudió el acuerdo de colaboración entre la Academia de la Llingua y el Ayuntamiento gijonés, que ha permitido la publicación del "Esbozo" o la obra asturiana de García -Rendueles: "Es un regalo que aparezcan trabajos como éste".