El relevo al frente de la Autoridad Portuaria de Gijón ha marcado un cambio en los planteamientos del Puerto ante la investigación abierta en la Audiencia Nacional por las supuestas irregularidades en torno a la obra de ampliación de El Musel. De reprochar a la anterior dirección del Puerto que se pusiera "de perfil", los antiguos cargos portuarios imputados en el caso han pasado a la colaboración con el nuevo equipo para tratar de tumbar el informe de la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (OLAF), que es lo que dio pie a la apertura de la investigación penal y, paralelamente, al inicio de un procedimiento de la UE para revocar los 247,5 millones de subvención que concedió a la obra de ampliación.
Los máximos responsables jurídicos del Puerto, su secretario, José Luis Barettino y la directora de asuntos jurídicos, Lucía López, mantuvieron el pasado miércoles un encuentro con el expresidente y el exdirector de El Musel, Fernando Menéndez Rexach y José Luis Díaz Rato y con varios abogados. Un encuentro que, según las fuentes consultadas, sirvió para preparar la reanudación del interrogatorio a los tres inspectores de la OLAF que elaboraron el informe sobre la obra de El Musel. Los inspectores acudieron a declarar el pasado viernes a la Audiencia Nacional, pero su comparecencia tuvo que ser suspendida a mitad de declaración para evitar que perdieran el vuelo de vuelta a Bruselas. El juzgado volverá a citarlos de nuevo.
Tras almorzar, Rexach, Rato, Barettino y López tomaron el café, ya sin la presencia de otros abogados, en una conocida terraza del centro de la ciudad.
La nueva actitud de la Autoridad Portuaria frente a las investigaciones en curso sobre las supuestas irregularidades en torno a la ampliación, fueron expuestas someramente en la última reunión del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, en la que los nuevos gestores de El Musel anunciaron una actitud "proactiva".
Una muestra de ese papel más activo que plantea el Puerto es el fortalecimiento de sus servicios jurídicos. Mientras el secretario del consejo, José Luis Barettino, había perdido protagonismo en la gestión de El Musel en el pasado mandato, bajo la presidencia de Rosa Aza, ahora con Laureano Lourido ha vuelto a cobrar fuerza dentro de la reestructuración interna de la Autoridad Portuaria, un papel relevante que ya había tenido con anteriores presidentes portuarios, incluyendo el propio Rexach.
En el interrogatorio a los inspectores de la OLAF, las defensas de los diversos imputados que hay en la causa no estarán solas en su intento de desvirtuar el informe sobre las supuestas irregularidades en la contratación y ejecución de la obra. Las preguntas de la Abogacía del Estado también fueron en la misma linea en la comparecencia del pasado viernes y, previsiblemente seguirá así en la reanudación de las declaraciones.
La gestión de la crisis derivada de la apertura de un procedimiento penal por las supuestas irregularidades en la ampliación del Puerto fue una de las causas que motivaron el relevo de Rosa Aza al frente de El Musel, según sostienen varias fuentes, a las que otras añaden el intento de Aza de evitar un enfrentamiento abierto con Puertos del Estado cuando se producían posturas enfrentadas entre éste y el Principado. El Musel depende orgánica y presupuestariamente de Puertos del Estado (Ministerio de Fomento), mientras que su gestión depende del Gobierno del Principado, que es quien designa al presidente de la entidad.
