El periodista asturiano Ladislao de Arriba falleció ayer por la noche en Madrid a los 91 años. Tras su incineración, sus restos mortales serán trasladados a Gijón.

Gijonés nacido en el barrio del Carmen en 1924 logró ser un reconocido periodista que dedicó casi toda su vida a este oficio. Cursó el Bachiller en el Instituto Jovellanos y logró el título de profesor mercantil en la Escuela de Comercio antes de comenzar su vida laboral en el Banco de España. La denegación de una dispensa de escolaridad para estudiar Periodismo no le impidió hacer realidad sus deseos de ejercer la profesión. Sus textos se han podido leer en «Voluntad», «La Hoja del lunes», «El Noroeste», «La Prensa», el «Diario Pueblo», y en LA NUEVA ESPAÑA.

Ladislao de Arriba no fue ajeno a los medios de comunicación audivisuales. No sólo ejerció de tertuliano en varias cadenas radiofónicas sino que su nombre está vinculado a uno de los programas clásicos de la televisión española: «La clave». El éxito televisivo del asturiano José Luis Balbín tuvo a Ladis como coordinador. Un Ladis que incluyó también en su denso curriculum su paso por el gabinete de prensa del Ministerio de Obras Públicas, su labor como guionista de cortometrajes, sus cameos en películas y sus especialidades como comentarista gastronómico y crítico taurino. «Praderito», en recuerdo de ese torero gijonés al que mató su apoderado de un tiro en la calle Corrida, es el nombre que ha utilizado Ladislao de Arriba en sus crónicas de la feria taurina de Begoña para LA NUEVA ESPAÑA durante años.

El periodista gijonés publicó también varios libros. Algunas de sus obras fueron «Hoy se habla de..», «Millonario sin un euro», «Sportinguista sin carnet», «El libro de los pelmazos», o «Cómo sobrevivir en un chalé adosado». Además de su «Gijón del alma», que recopilaba sus artículos de LA NUEVA ESPAÑA con ilustraciones de Carlos Roces. Era padre de Lalo Azcona, presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo.