Con un goteo constante de visitantes a los establecimientos hosteleros comenzó ayer el VIII Campeonato de pinchos de Gijón. El primer bocado se degustó en el Gastrobar Dosmauno, que regenta David Mena, vencedor en la última edición, quien en esta ocasión presenta, para intentar repetir victoria, un "a modo de guiche... té matcha, algas, zamburiña y boletus". "Busco un pincho que sea fácil de comer, en tres bocados y caliente, como le gusta a la gente", destacó.

Este año participan 121 establecimientos de la ciudad, que aspiran a conseguir el premio más preciado, la Escalerona de Oro, y el resto de distinciones del certamen.

Mena señaló ayer que "para una ciudad como Gijón viene bien tener actividades de este tipo y que la gente tenga alicientes para salir de su casa"; y añadió que cada vez existe más nivel: "La gente empieza a controlar mogollón. Tiene sus establecimientos escogidos y sus criterios. Nos exige cada vez más".