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La pintura yacente de Barón

El conservador del Museo del Prado repasa en la Casa Natal de Jovellanos los grandes cuadros mortuorios españoles

La pintura yacente de Barón

A partir del retrato yacente de Ignacio Herrero Buj, obra del pintor Dionisio Fierros, Javier Barón, jefe del área de conservación de pintura del siglo XIX del Museo del Prado, se extendió en una interesante charla sobre la pintura mortuoria a través de los tiempos. El acto, como explicó Lucia Peláez, directora de museos, es el penúltimo del programa anual que trata de poner en valor las obras del Museo Casa Natal de Jovellanos.

Bajo el título "Retratos yacentes del arte español del siglo XIX", Javier Barón explicó que en las culturas más antiguas, como pueden ser la egipcia o la romana, se creaban máscaras del difunto como un medio de que su presencia se mantuviera en la familia. Esta costumbre se mantuvo hasta la Edad Moderna; se untaba el rostro del difunto con aceite y sobre él se ponía el yeso. Hay quien colecciona estas máscaras. Así pudimos ver en pantalla las de Beethoven, Goethe o Víctor Hugo.

De las máscaras mortuorias se pasó a la pintura que representaba el cadaver o los últimos momentos del enfermo. Vimos el cuerpo asesinado de Marat, a Napoleón en su lecho de muerte o ya amortajado con su uniforme de general. El pintor Ingres recibiendo los últimos suspiros de Leonardo. Isabel la Católica dictando su testamento. La conversión del duque de Gandia ante el cadáver de la emperatriz Isabel de Portugal. Amadeo de Saboya velando el cuerpo del general Prim. La muerte de San Francisco de Asís. Y tantos otros. Los niños también participaban de esta práctica, como el cuerpo yacente del infante Luis.

Esta cultura de la muerte tuvo su mayor prestigio en Francia durante el siglo XIX. En España la practicó en gran medida Federico Madrazo y Mariano Fortuny. Ignacio Herrero Buj era natural de Teruel, vino a Asturias a mediados del XIX y entre otras funciones creó el Banco Herrero. Una vez acontecida su muerte la familia llamó al pintor romántico Dionisio Fierros para que reflejara en el lienzo su figura yacente. Este gran cuadro forma parte de la colección del Museo Casa Natal de Jovellanos.

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