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La figura de la semana | José Luis Barettino Coloma, director general de la Autoridad Portuaria de Gijón

Un abogado en la delantera

El primer letrado que accede a un puesto reservado siempre a ingenieros es un apasionado del rugby, deporte en el que llegó a jugar en División de Honor

Un abogado en la delantera

Después de casi media vida ocupando cargos de responsabilidad en el ámbito jurídico en los puertos de Gijón y Avilés, José Luis Barettino Coloma acaba de ser aupado a la dirección general de la Autoridad Portuaria de Gijón, el máximo cargo técnico, que nunca antes había sido desempeñado en ningún puerto español por un abogado. Barettino fue nombrado director general el jueves de la semana pasada por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, relevando a Gonzalo Mallo, que dimitió a los 43 días de haber sido elegido. El relevo contó con el rechazo de los representantes de la Administración central, dada la oposición de Puertos del Estado a su designación.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra en 1989 con un expediente académico brillante y con un máster en gestión portuaria y desarrollo intermodal, así como varios programas de desarrollo directivo, gestión de equipos y gestión portuaria, Barettino acumula casi 24 años de experiencia en el mundo portuario y de la logística. Al puerto de Gijón llegó en 1995 de la mano de Alfredo Iñarrea. En aquella fecha se produjo la fusión de las autoridades portuarias de Gijón y Avilés, puerto este último del que era su secretario. El presidente portuario avilesino, Iñarrea, lo mantuvo como secretario del nuevo consejo fusionado y Barettino optó por seguir en El Musel cuando ambas dársenas se separaron. Hasta ahora, además de secretario del consejo portuario también era jefe de su área jurídica.

Desde entonces su figura cotizó al alza en el puerto gijonés bajo las presidencias sucesivas de Iñarrea, Santiago Eguiagaray, Fernando Palao y especialmente Fernando Menéndez Rexach, en cuyo mandato fue ascendido a subdirector general del puerto. Corría el año 2008. Fue el tercero de a bordo de la Autoridad Portuaria durante la ampliación de El Musel, tras Rexach y el exdirector José Luis Díaz Rato. Su estrella parecía haber declinado con el presidente portuario de Foro, Emilio Menéndez, con el que inicialmente contemporizó para acabar enfrentado, y también con Rosa Aza, que apenas le dio una parte de las atribuciones que había tenido con Rexach. Ahora, con Laureano Lourido alcanza el máximo cargo técnico en un puerto.

Nacido el 27 de septiembre de 1965 en Oviedo en el seno de una familia profundamente religiosa, José Luis Barettino es el tercero de cinco hermanos, ninguno de los cuales optó por seguir los pasos del padre, ingeniero de caminos en la Confederación Hidrográfica del Norte, sino que optaron por la abogacía, la medicina y la economía como actividades profesionales. Su padre no es el único ingeniero de la familia. Su bisabuelo paterno llegó a Asturias desde Italia, en concreto desde Turín, para trabajar como ingeniero en la construcción del ferrocarril de Pajares. Ahora, José Luis Barettino, que prefirió estudiar leyes a cálculos de estructuras, ha pasado a ocupar un puesto tradicionalmente reservado en las autoridades portuarias a ingenieros de caminos, aunque ha habido excepciones.

Vinculado desde pequeño a Gijón, donde veraneaba la familia, José Luis Barettino está casado con una gijonesa, con la que tiene dos hijos, uno de los cuales acaba de ser convocado por la selección española de rugby sub-18. La pasión de su padre por este deporte, que practicó llegando a jugar en la División de Honor, le llevó incluso a enviar a su vástago a estudiar un año a las antípodas, a Nueva Zelanda, donde se practica el mejor rugby del mundo. Su hijo mayor también optó por seguir los pasos del padre, pero en otra dirección, estudiando Derecho y Economía.

Las secuelas de años practicando un deporte de contacto como el rugby acabaron obligando a José Luis Barettino a pasar por el quirófano y a retirarse de los campos de juego. Hasta no hace mucho era un habitual del histórico grupo de corredores de las nueve y cuarto de la mañana de los domingos del Grupo Covadonga, igual que lo era del equipo de fútbol del puerto de Gijón. Aún le queda posibilidad de desfogue deportivo con la natación, y es frecuente verlo atravesando la playa de San Lorenzo desde San Pedro hasta los mayanes de tierra.

La lectura de novelas y de literatura histórica, escuchar música y conducir con cierta rapidez son otros de los gustos del nuevo director general de El Musel, cuyo ascenso ha sido recibido entre el staf de la Autoridad Portuaria por sus afines deshaciéndose en elogios a su valía y su carácter. Como nunca llueve a gusto de todos, otros prefieren guardar silencio.

Además de buena parte de los que ahora son sus subordinados, Barettino también goza de buena reputación como persona dialogante en otros ámbitos portuarios y tiene la confianza de la consejera de Infraestructuras, Belén Fernández.

Sus conocimientos legales le han llevado a impartir cursos y conferencias en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), en la Universidad de Oviedo y en otros organismos públicos.

Aunque Barettino es abogado de carrera, como ya ha quedado dicho su verdadera pasión está en las carreras que se dan en otros terrenos de juego, en los de rugby. Desde 2014 preside el Oviedo Rugby, equipo en el que jugó, además del Pamplona. En sus largos años de placajes sobre el césped, Barettino jugaba en tercera linea; la que ocupan los jugadores de la delantera que mantienen la formación equilibrada para que no se desarme cometiendo una falta durante las melés.

Ahora, entra de lleno en otras melés, en las que se dirimen la retirada de subvenciones a la obra en la Unión Europea y las posibles irregularidades en la tramitación y ejecución de la misma, en la Audiencia Nacional. Unos terrenos de juego en los que la Autoridad Portuaria quiere dejar de verlas venir y pasar al contraataque evitando que le piten faltas. Un escenario apropiado para situar en la delantera al mejor conocedor del amplio expediente administrativo de la obra de ampliación.

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