Casa Natal de Jovellanos. En la tribuna dos damas, Lioba Simon Schuhmacher y María José Álvarez Faedo, acompañas del director del Foro Jovellanos, Orlando Moratinos, que celebró los veinte años de vida de la entidad. Ambas damas son directoras de los Cuadernos Jovellanistas, y doctoras de la Universidad de Oviedo, aunque el mayor peso de la velada recayó sobre la primera al desarrollar el tema "Adelbert von Chamisso, viajero científico por colonias españolas entre Restauración e Independencia"
María José Álvarez Faedo en una breve charla explicó el contenido de los cinco artículos que sobre la Ilustración reúne este IX volumen de los Cuadernos Jovellanistas. Luego dio paso a las explicaciones de la doctora Schuhmacher que resultaron muy originales al implicar en ellas a algunas personas del público. "Es como se hacía antiguamente"dijo. Al celebrarse el segundo centenario de la expedición científica del barco ruso "Rurik", que llevaba a bordo al naturalista, poeta y escritor Adelbert von Chamisso, el mundo de la cultura ha revido una hazaña que duró tres años (1815-1818) y dio la vuelta al mundo.
Su publicación, "Viaje alrededor del Mundo", escrita por el científico se detiene principalmente en los episodios relacionados con las escalas en territorios de la Corona española. El propio conde Chamisso hablaba español ya que quiso aprenderlo en su juventud para poder leer el Quijote. Lo curioso es que en medio del relato de la señora Schuhmacher, el mismo conde contaba sus cuitas y experiencias utilizando la voz de una de las personas asistentes.
Chamisso, en su libro estudia los pros y contras de nuestras colonias de ultramar, y critica aquellos aspectos que en efecto acelerarían la independencia. En cuanto al viaje fue muy ilustrativo ya que se lograron reunir 2.500 especies botánicas, y muchos animales desconocidos, que posteriormente donó al Museo Natural de Berlín. Pero uno de los objetivos del viaje no pudo cumplirse; era el de descubrir en el Polo Norte un paso entre Alaska y Siberia que enlazara con el Océano Atlántico, como sucede en el Polo Sur a través del Cabo de Hornos, pero las grandes masas de hielo se lo impidieron. El conde Chamisso fue investido doctor honoris causa, formó parte de la Academia de Ciencias de Berlín, y falleció en 1836 a los 57 años.
