Ni siquiera tenía carné de conducir pero robó un tráiler de grandes dimensiones con un dúmper en el remolque en Llanera, se desplazó al volante del camión hasta Gijón, provocó daños en una veintena de coches que se encontraban aparcados en La Calzada y atracó un bar situado en la calle La Alameda de Jove. La Policía Local detuvo a primera hora de la mañana de ayer a gijonés de 31 años cuya identidad responde a las iniciales N. A. F. N. acusado de causar importantes destrozos conduciendo un camión por las calles de la ciudad. Los análisis que se le realizaron confirmaron que había consumido cocaína.

La primera alerta de la conducta anómala del ahora arrestado se recibió en la Jefatura de la calle San José en torno a las siete menos diez de la mañana. Varios testigos informaron de la presencia en la carretera AS 19 -la que une Gijón y Avilés-, de un hombre que conducía de forma arrática un camión con plataforma y que parecía encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas. Las investigaciones posteriores permitieron a los funcionarios policiales averiguar que el conductor había robado horas antes un tráiler en una nave de asfaltos situada en la población de Arlós, en Llanera. Al acusado no le importó que sobre la plataforma del camión hubiera dos máquinas de obra, una de ellas de grandes dimensiones. El hombre accedió a Gijón por la calle Brasil y comenzó su correría de destrozos. "Entró con un camión enorme por una calle muy estrecha y pasó lo que pasó. Sólo se salvaron un par de coches de todos los que había aparcados", recordaba ayer una vecina de la zona, Irene Raposo, a la que su hija le había avisado del suceso al volver a casa después de trabajar de noche.

El recorrido del acusado por las calles Brasil, Oriental, Rufino García Sotura y Uruguay provocó desperfectos en una veintena de vehículos, dos señales de tráfico y cuatro contenedores. "Pasó por delante de la pescadería dos veces, iba con defensas de coches y retrovisores colgando por detrás", relató una comerciante de la calle Brasil que presenció los hechos. Ayer en el barrio no se hablaba de otra cosa. Todos conocían a alguien que se había visto afectado por la conducta temeraria del "camionero" al que varios testigos que en esos momentos acudían a su lugar de trabajo intentaron dar el alto, sin ningún éxito. "No atendía a nada", afirmó Irene Raposo. El individuo acabó aparcando el camión en las inmediaciones del parque de El Lauredal. Y siguió su periplo.

Con la Policía pisándole los talones, se acercó poco antes de las siete y media de la mañana a una sidrería de La Alameda de Jove, a escasos metros de las calles por las que había circulado con el camión. Armado con una tapa de alcantarilla reventó el cristal de la puerta y accedió al local en el que minutos después le detendrían los agentes municipales. En el momento del arresto el acusado estaba intentando sacar dinero de la máquina tragaperras del local.

"Cuando le estaban preguntando los policías no quería decir dónde había dejado el camión. Estaba tan tranquilo", explicó Juan José Guerrero, el propietario de la sidrería asaltada. Él fue el último afectado por la actuación del detenido. La Policía Local asegura que el acusado tiene múltiples antecedentes penales. En el momento de los hechos dio negativo en la prueba de alcoholemia pero positivo en la que revela el consumo de cocaína. Se le acusará de un delito contra la seguridad vial -por carecer de carné-, y de otro de robo.

En el cacheo los agentes se dieron cuenta de que el acusado llevaba encima tres cazadoras. Dentro de los bolsillos había escondido varios juegos de llaves, uno de ellos el del tráiler con el que habían causado graves daños a vehículos aparcados en La Calzada. El hombre fue trasladado a los calabozos de la Comisaría y está previsto que en las próximas horas sea interrogado por el juez.