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Navidad | Las celebraciones más concurridas

Cuatro mil cotillones, hasta de Australia

La fiesta popular de Nochevieja en la plaza Mayor unió a los gijoneses en la petición unánime de "trabajo y salud"

La buena temperatura, la ausencia de lluvia y las ganas de despedir un año que para muchos no ha sido del todo bueno fueron los tres ingredientes que hicieron que el pasado jueves numerosos gijoneses y visitantes se dieran cita en la plaza Mayor para despedir el 2015 por todo lo alto. La fiesta la arrancó el DJ Dani Vieites, que se convirtió el gran protagonista de la noche por tercer año consecutivo y que llamó a los presentes a recibir 2016 "como se merece".

Y es que tomar las uvas en la plaza Mayor es, para muchos, toda una tradición. Y no sólo para los locales. El australiano Andrew Millar y su familia volvieron a bajar el jueves al centro para recibir juntos el nuevo año. Los extranjeros llevan 10 años viviendo en Gijón, a donde llegaron "por mediación de unos amigos". Desde el primer 31 de diciembre celebran el cambio de año todos juntos al aire libre. Y lo hacen cantando el "Gijón del alma" que sonó en los altavoces de la plaza Mayor después de las campanadas. Millar y su familia pudieron este año, además, realizar una contribución solidaria. En esta ocasión los cuatro hosteleros que desde 2010 organizan la gran fiesta de Nochevieja de la ciudad cobraron a un euro el paquete de 12 uvas para recaudar dinero para la Cocina Económica. Tras el evento los organizadores se mostraron "muy contentos" con el desarrollo de una fiesta a la que aseguran que acudieron unas 4.000 personas.

El buen tiempo animó incluso a que llegaran a Gijón visitantes de otras partes de España e incluso del mundo. Desde Estados Unidos llegó Farbod Fakhrae. Quería pasar una Nochevieja diferente y lo consiguió antes incluso de salir del hotel en el que estaba alojado y en el que conoció a la valenciana Ana Benito, con la que disfrutó de la fiesta. "En mi tierra la noche que se pasa con la familia es la del 24 de diciembre así que decidí venir a Gijón y ver como es la fiesta aquí", contaba la joven a pocos minutos de que el DJ diera las campanadas.

En lo que estaban de acuerdo tanto los gijoneses como los visitantes congregados en la plaza Mayor era en los deseos para este 2016 recién estrenado. "Queremos salud, trabajo y dinero pero sobre todo trabajo, que no falte", pedía José Ángel Pulido, vecino de El Natahoyo que acudió a la fiesta con su familia.

A su lado dos vecinas del centro de la ciudad, Ana María García y Sara Valencia, expresaban prácticamente el mismo deseo, el de poder cerrar 2016 al menos un poco mejor que en 2015. "Es el segundo año que venimos a la plaza Mayor. El año pasado probamos y nos gustó y este año como hacía buen tiempo decidimos bajar otra vez", contaban las gijonesas.

Y después de la fiesta, llegó el momento del trabajo. La Empresa Municipal de Medio Ambiente Urbano (Emulsa) destinó 71 operarios a su despliegue especial de Año Nuevo. El objetivo era que la plaza Mayor y las calles de alrededor volvieran a lucir su habitual cara después del paso por la zona de decenas de personas que despedían el 2015 por todo lo alto.

Pero no todo fue fiesta nocturna. En la ciudad también hubo tiempo para otro tipo de celebraciones, convocadas por los más diversos colectivos. Los miembros del motoclub Virgen del Camino, por ejemplo, decidieron hacer la subida al Fito para despedir el año.

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