"Está bien que se acuerden de nosotros, somos el rango de edad más perjudicado por el paro, y los que más difícil tenemos volver a reengancharnos al trabajo". Esteban Larralde, de 45 años, y con una experiencia de 27 trabajando en el sector de la carpintería, fue una de las personas que se presentó ayer a las pruebas del plan de empleo, que este año contaba con una reserva de 85 plazas para personas de más de 45 años que serán contratadas bajo la modalidad de contrato por obra y servicio.

Las pruebas en el campus universitario contaron con un 56% de participación sobre los 2.400 llamamientos previstos de inicio. El cálculo era que se examinasen 1.750 personas, ya que algunos estaban inscritas en más de una especialidad, pero finalmente fueron cerca de 1.200 personas. Un porcentaje un poco más bajo que ediciones anteriores, cuando solía superarse el 60% de participación.

Las categorías que se ofertan a los aspirantes son las de peón, empleado de oficina, oficial de 2ª de carpintería de madera, oficial de 2ª de albañilería, jefe de equipo, oficial de 2ª de pintura, oficial de 2ª de carpintería metálica, oficial de 2ª de fontanería, oficial de 2ª de conductor y oficial de 2ª de jardinería.

A las once de la mañana se juntaban en la Politécnica los que finalizaban el examen de la categoría de peón con los que esperaban para empezar el resto de pruebas. Muchos de ellos se examinaron por partida doble, como Juan José Piñera, de 60 años, que optaba a una de las plazas de conductor. "Estuve 36 años trabajando como transportista arruinado. Y digo arruinado porque lo perdí todo, el camión, la casa... Ahora vivo de ayudas del Ayuntamiento o la Cruz Roja. Espero tener suerte", señala mientras toma un café, junto a José Rivas, de 45 años, y con cuatro años en el paro, tras trabajar también como transportista, y tener que dejarlo por una incapacidad.

Muy cerca de ellos, Esther Rubio, de 46 años, y Celia Mar Cancelas, de 48, buscan por fin un trabajo estable y dejar de alternar trabajos de corta duración con periodos sin nada. No es la primera vez que optan a una plaza de los planes de empleo. Y consideran que se debería cambiar la fórmula. "Debería crearse una especie de bolsa de trabajo. Somos muchos los que nos presentamos varias veces y no se valoran los méritos", explica Rubio, que se presentó a la prueba de jardinería. "Antes se convocaban 90 plazas, ahora solo 20", resalta. Junto a ella, Celia Mar Cancelas optará a un puesto de carpintería, tras años trabajado en "prácticamente de todo, lo últimos dos años en una conservera".

A los puestos del oficial de albañilería se presentaron Gaspar Suárez, de 47 años, y Adelino Antonio Mesquita, de 53. El primero de ellos lleva tres años en el paro, tras su último trabajo en el Ayuntamiento de Langreo, y una vida dedicada a los sectores de la construcción, el metal y el transporte. "Son exámenes complicados, casi con una dificultad de técnico medio", señala. Mientras que Mesquita recuerda que ya se había presentado a planes de empleo anteriores y que en uno de ellos obtuvo una buena nota, pero que se le olvidó marcar una casilla que le hubiera dado un punto y medio extra para poder regresar al trabajo tras una vida en la construcción.

También contó con mucha demanda la prueba de acceso para empleado de oficina. Allí esperaba su turno para entrar al aula de exámenes Néstor Alves, de 47 años, que vio como su empresa de ingeniería civil, donde era responsable informático, pasó de 22 empleados a solo cuatro. Y también al mismo trabajo optaba Rocío Tirado, mexicana de 54 años y residente en España desde 1972. "Fuera la cosa no está mucho mejor tampoco. Te pagan sueldos de media jornada cuando se trabajan doce", explica.

La única incidencia reseñable fue el aplazamiento del examen para una persona por motivos religiosos, que lo llevará a cabo mañana lunes, tras ser concedida la petición el Tribunal de Selección, una situación que se había dado también con anterioridad.

Estas pruebas sirven para seleccionara 85 de las 170 plazas ofertadas este año en el plan local de empleo, ya que la otra mitad se reservan a personas con titulación específica mediante un contrato de prácticas. Y en ambos casos, la duración de la relación laboral no será en ningún caso superior a un año.