Papa Gore Ndoye, el exmilitar senegalés que agredió a seis agentes del Cuerpo Nacional de Policía que iban a deternerlo por incumplir una orden de alejamiento de su pareja, ha sido condenado a dos años y medio de prisión, acusado de un delito de atentado contra la autoridad y seis delitos de lesiones. Además deberá indemnizar a los funcionarios policiales con cantidades que oscilan entre los 1.500 y los 3.700 euros, y que en conjunto suman 141.000 euros.

La sentencia del titular del juzgado de lo Penal número 1 de Gijón, Lino Rubio Mayo, considera probado que que pasadas las cuatro de la tarde del 9 de diciembre de 2014, Papa Gore Ndoye se encontró en la calle Juan Alvargonzález a varias patrullas de la policía nacional que habían acudido a requerimiento de una mujer que alertó de que el acusado, su expareja sentimental, que tenía de ella una orden de alejamiento, estaba aporreando su puerta, profiriendo amenazas contra ella.

Los agentes se toparon en la calle con Papa Gore, quien "a grandes gritos, muy alterado y excitado" , según la sentencia, se enfrentó a ellos diciendo que les iba a matar a todos, "retándole a que se acercaran de dos en dos a detenerlo". Los agentes trataron de calmarlo, y cuando creían que lo habían conseguido, el senegalés lanzo una patada a uno de ellos y huyó a la carrera a refugiarse en un bar.

Los agente siguieron insistiendo en que se entregara pacíficamente, según relata la sentencia, aunque tuvieron que desistir de ese empeño cuando Ndoye salió del bar lanzando patadas y puñetazos a los policías, que tuvieron que reducirlo por la fuerza. "Pese a la diferencia de número, el acusado opuso una fuerte oposición física", señala la sentencia, que reconoce que el acusado "al hacer fuerza levantaba a los agentes en el aire" . Los policías lograron ponerle los grilletes pero el senegalés siguió amenazándoles de muerte durante el traslado a Comisaría. También se negó a entrar en el calabozo, lo que obbligó de nuevo a emplear la fuerza.

De resultas del enfrentamiento con el exmilitar africano, seis agentes sufrieron lesiones de distinta consideración, que en todos los casos requirieron de tratamiento médico. Además de hematomas en brazos y piernas y diversas contusiones , uno de los policías sufrió esguince y una contractura cervical.