"Volver a darle el carácter comunal a las plantaciones arbóreas, para su aprovechamiento por los vecinos, es la única manera de interesarles en el mantenimiento de ese espacio y de ir generando un nivel de renta adecuada en el medio rural que permita el establecimiento de nuevas familias, frene el despoblamiento y el riesgo de generar una inmensa selva incontrolada, susceptible de quemar de manera periódica, cada año". Ésta es una de las propuestas que lanzó ayer el expresidente del Principado, Juan Luis Rodríguez-Vigil en una conferencia organizada por el Foro Jovellanos.

Vigil se mostró muy crítico con la gestión del campo que se hace en Asturias. "Hace muchos años que no hay política agraria en esta región", dijo minutos antes de su charla en el Museo Casa Natal de Jovellanos, titulada "Montes y praos. El problema agrario en Asturias". "Desde el gobierno de Pedro de Silva y el mío, que duró muy poco, en este tema no se ha hecho nada y lo que es peor, no se ha querido hacer nada", concretó durante la conferencia.

La devolución a los ayuntamientos y a los vecinos de los montes no es la única medida que propone Rodríguez-Vigil para reanimar al campo asturiano. También plantea sacar del catálogo de utilidad pública "todas las áreas herbáceas, que no son montes, y que tienen que volver a ser de gestión municipal" a lo que añade que los ayuntamientos vuelvan a gestionar sus territorios "con un sistema de ordenanzas" para su aprovechamiento.

La tesis que mantiene Rodríguez-Vigil es que la situación en la que se encuentra el campo asturiano impide generar suficientes rentas para evitar su despoblamiento, un despoblamiento que ha llevado a 15 concejos de Asturias a tener una densidad de 25 habitantes por kilómetro cuadrado, "la misma que tiene Mali, en el área subsahariana del Sahel".

El expresidente autonómico señala que por un lado en las zonas agrícolas "tenemos más de la mitad del suelo que no se saca nada de él, 400.000 hectáreas están muertas de risa", con fincas heredadas que pertenecen a pequeños propietarios absentistas. "Aquí hay un proceso de amortización de los praos", mientras buena parte de las 2.100 ganaderías de leche asturianas carecen de suficientes pastos para abaratar sus costes, única fórmula para hacerlas competitivas tras la supresión de la cuota láctea. En los últimos diez años en Asturias se han destruido unos 3.000 empleos agrarios, pero eso en la Junta (General del Principado), en la vida mediática y política, a la gente le importa menos que la hierba de la Pampa; le importa menos esa crisis que es tremenda, que está dando lugar a una despoblación gigantesca y a una desertificación del territorio que cada año nos va a provocar incendios como los que hemos visto, cada vez que haya un viento sur. Hay una ley para el plumero de la Pampa, pero no para poner en producción 400.000 hectáreas, para crear empleo y actividad económica importante" apuntó.

Para poner en producción esas 400.000 hectáreas ociosas, Juan Luis Rodríguez-Vigil sugiere crear una ley de arrendamientos rústicos, para facilitarlos, y al mismo tiempo un impuesto sobre las tierras improductivas, para disuadir a sus propietarios de mantenerlas ociosas.

El conferenciante no se mostró muy optimista, "la tierra en Asturias está en el furgón de cola de las preocupaciones de todos aquellos en Asturias que tienen algo de poder o que tienen capacidad para influir en el poder"

Rodríguez-Vigil fue presentado por su amigo y también expresidente del Principado, Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, quien tras glosar su trayectoria señaló que los planteamientos de Juan Luis Rodríguez-Vigil sobre el agro asturiano, con su "afán por antropizar" los montes de Asturias, "emparentaría con la visión de Jovellanos, que estaba empeñado en poner las tierras para la utilidad de las personas".

La conferencia fue precedida por la presentación del 15.º boletín jovellanista, el de 2015, que incluye por primera vez un editorial.