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Lujo gijonés para vender entre perlas

La firma nipona Tasaki, con puntos de venta en zonas exclusivas del mundo, incorpora una colección de bolsos de Reliquiae

Lujo gijonés para vender entre perlas

La empresa japonesa Tasaki, una de las compañías asociadas al lujo y la joyería de alta gama en el mundo, sobre todo por sus trabajos con perlas, va a llevar a sus puntos de venta en las zonas más exclusivas del planeta los bolsos de la firma gijonesa Reliquiae. Para los nipones supone abrir una línea de marroquinería, que no tenían, vinculada a la mejor tradición artesana española, la de la calidad máxima que se vende cara y se reconoce por todo el mundo. De hecho, la colección se denomina "Tasaki por Reliquiae", respetando la preposición en español para que la identidad esté bien presente.

Para los gijoneses, la colaboración es un "espaldarazo enorme" que colocará sus diseños en algunas de las mecas del lujo asiático donde Tasaki es un santo y seña, como indica Héctor Jareño, socio fundador de la compañía junto a Adrián Díaz. Además, les refuerza en esa carrera de fondo hacia la internalización, un objetivo de la firma desde el momento en que optaron por centrar su trabajo en el segmento de los regalos de alta gama, con productos que cuestan de los 500 a los 2.500 euros.

Si hasta ahora habían logrado entrar en mercados centroeuropeos, del Este (Ucrania y Rusia, entre ellos), y algunos puntos de Asia, ahora el momento de solvencia que les da la firma nipona les permite acercarse mucho mas a Oriente Medio y América. Y todo hecho desde Gijón, donde está el centro de producción de bolsos de esta empresa que ya cuenta con 16 personas en plantilla, de ellos 10 artesanos.

Como parte de su estrategia de salir al mundo, en la que ya llevan inmersos unos años, la compañía gijonesa cambia de nombre, dejando a un lado el "Cucareliquia" con que nació en 2011. Era entonces un proyecto que soñaba con revitalizar un pequeño taller de piel fundado en 1957 por Juan Jareño -padre de Héctor- en Gijón. Con cambio de nombre, pero con la misma identidad -basada en aplicar el diseño y la modernidad a los métodos de trabajo más delicados-, la alianza con Tasaki también ha dado a los gijoneses una solvencia financiera que no hace más que afianzar su proyección. Con cinco años de vida y con unas ventas que se han multiplicado un 600% en el último año, la firma espera llegar al millón de euros de facturación en este 2016. Ese crecimiento -que conincide en el año en que se vio a la Reina Letizia lucir uno de sus diseños- sigue envuelto en el sueño de "defender lo que hacemos bien, trasladando la esencia de nuestra cultura y nuestra historia a una producción y unas habilidades artesanas por las que somos reconocidas en el mundo. El sello de calidad de lo 'hecho en España' es una fortaleza", sostiene Jareño.

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