Mediante las ciencias marinas, un grupo de alumnos del IES Río Piles y de los institutos Galileo Galilei de Navia y Avelina Cerra de Ribadesella tomará conciencia de primera mano del cambio climático y fomentará su vocación científica. El proyecto "Jóvenes Oceanógrafos", que se acaba de poner en marcha, servirá para que estudiantes de Secundaria desarrollen e instalen dispositivos de recogida de datos para controlar la temperatura del mar y la concentración de clorofila.

"Con el medidor comprobarán si la temperatura del Cantábrico es más fría que hace un año. Y les descubriremos que, al igual que es importante conservar los bosques por la importancia en la captura de CO2, en los océanos hay una concentración de vegetación muy importante. Verán, con los sensores de clorofila que ellos mismos construirán, que la cantidad de plantas varía durante el año", explica Ángel López-Urrutia, investigador en el Centro Oceanográfico de Gijón.

Los alumnos del instituto gijonés han realizado varias sesiones de trabajo para sentar las bases del diseño del dispositivo. "Constará de un microprocesador autónomo, una placa solar, y un sensor de temperatura y clorofila, que tomará datos de esas variables y se comunicará por GPRS a un servidor", explica López Urrutia. La idea es que después del montaje se lleve a cabo el trabajo de campo y que antes de final de curso tengan los resultados. "Junto a las conclusiones es importante que se vean capaces de programar un instrumento e interactuar con un dispositivo electrónico", comenta el investigador.

En el proyecto colaboran el Centro Oceanográfico de Gijón, el Observatorio Marino de Asturias de la Universidad de Oviedo y Laboral Centro de Arte y Creación Industrial.