Un desprendimiento de rocas de gran tamaño y tierra que se produjo a primera hora de la mañana de ayer obligó a cortar el tráfico en uno de los dos carriles de la avenida de Eduardo Castro, en las proximidades del Hospital de Jove. Se trata del segundo argayo en poco más de un año que se produce en la misma ladera, dado que el 6 de febrero de 2015 sucedió otro, aunque con rocas de menor tamaño de las que ayer cayeron sin alcanzar a ningún vehículo ni peatón.

El argayo se produjo, al parecer, por filtraciones de agua en la roca, sin que se sepa hasta el momento si tiene que ver con la lluvia o con la rotura de alguna canalización. Se da la circunstancia de que sobre la colina en que se produjo el argayo hay una estación de bombeo de agua para el Hospital de Jove, con un muro perimetral.

Agentes de la Policía Local, bomberos y técnicos de obras públicas del Ayuntamiento acudieron al lugar tras el desprendimiento. Tras señalizar el cierre de uno de los carriles y retirar parte de las piedras que habían alcanzado el segundo carril, se restableció el tráfico en la zona con ayuda de semáforos provisionales. Como ocurrió hace un año, las rocas tendrán que ser retiradas por maquinaria pesada.

La vía donde se han producido estos dos argayos es una avenida muy transitada por quienes se dirigen o vuelven de Gijón a El Musel, a los barrios del entorno, como El Muselín, Pescadores y Portuarios o los usuarios del Hospital de Jove. Vecinos de la zona mostraron ayer su preocupación por este suceso, al igual que ya hicieran el año pasado por estas mismas fechas. La ladera cuenta sólo con un muro en su base para estabilizarla y, sobre el mismo, un enrejado que quebraron tanto el argayo de ayer por la mañana como el acontecido hace un año.