Una grúa automóvil de Alvargonzález, manejada por un estibador, está participando desde el pasado viernes en la descarga de un barco en la terminal de graneles sólidos de El Musel, Ebhisa, que desde el pasado 6 de enero sólo tiene operativas dos de sus grúas-pórtico, después que la tercera quedara inoperativa en un accidente con un barco. Se trata de una prueba para comprobar el rendimiento de una de estas grúas en la descarga de los mayores barcos que llegan a El Musel, los graneleros denominados "cape size" cuya anchura dificulta la descarga con grúas distintas a los pórticos.
La terminal granelera aún no ha decidido si reparar el pórtico averiado, comprar uno nuevo o comprar una grúa automóvil sobre railes. Cualquiera de las opciones tardarán tiempo en hacerse. Ebhisa ha estado pidiendo precios a Alvargonzález, Bergé y Marprin por la descarga de barcos en los muelles en que estas empresas operan (Nuevo Muelle Norte y Olano) o para el alquiler de una grúa automóvil para llevarla a Ebhisa, para el caso de que una acumulación de barcos impidiera que los dos pórticos que funcional de la terminal granelera no dieran a basto.
La grúa automóvil que el viernes pasado trasladó al muelle Marcelino León (el de Ebhisa) es un modelo Gottwald G-HMK 6507. Se trata de una grúa que puede llegar a elevar hasta 100 toneladas, pero la capacidad de elevación va disminuyendo a medida que la pluma se aleja de la base. Esto es lo que hace que disminuya su rendimiento en los barcos más anchos, como el que ayer estaba descargando en Ebhisa, el "Citius", de 45 metros de manga. Este barco arribó el viernes a El Musel con 162.270 toneladas de carbón.
Lo inusual de la operación de descarga del "Citius" en Ebhisa no sólo tiene que ver con que en parte se haga con una grúa automóvil, sino que también esté manejada por un estibador. Ebhisa es una terminal con plantilla propia, mientras que el resto de operaciones de estiba y desestiba en el puerto las realiza personal de la sociedad de estiba.
El accidente en la terminal granelera que tuvo lugar en la noche del 6 al 7 de enero se produjo durante un fuerte temporal, que empujó el pórtico número dos (el más cercano al inicio del muelle), el cual empotró su pluma contra la chimenea de un barco. El alcance de los daños en el pórtico es tal que su reparación se estima que podría costar la mitad de construir uno nuevo y se tardaría en hacer más de un año. Ebhisa ha pedido presupuestos para ambas opciones y para la grúa sobre raíles.
